Cada vez que abren la boca nuestros profetas gubernamentales transmiten revelaciones de tal importancia que nos develan la realidad circundante, dándonos su verdadera visión y disipando las alucinaciones con que confundimos todas las cosas.
En lo relativo a la pobreza de nuestros salarios, aclaran el punto dos gurúes del oficialismo.
* En primer lugar toma la palabra Lilita Carrió, quien pone los puntos sobre las íes: "Yo tengo que ganar más que un maestro: tengo que darle de comer a mis custodios". Claro. Cómo no va a andar con guardaespaldas dado el riesgo que corre al desnucar verdades sobre el tapete, mientras que los maestros sólo se limitan a enseñar las mismas tablas de multiplicar año tras año... ("Noticias / Perfil, 2‑5‑2017")
* Echando más luz sobre el tema, habla Federico Pinedo, vicepresidente provisional del Senado, y manifiesta: "Gano 83.000 pesos: con la inflación que hay es difícil vivir".
Y sí... dadas las cuantiosas sumas que nosotros percibimos, ni nos habíamos dado cuenta de la estrecha situación en que se halla él. Pobre. (TN, 11‑11‑2016)
* En otro orden, revisando nuestra historia para acabar con tantos mitos y errores, el presidente del país lagrimeó al referirse a los congresales que declararon la independencia del país en 1810: "Deberían haber tenido angustia de tomar la decisión de separarse de España, mi querido Rey". Por supuesto. ¿Quién quiere ser independiente en lugar de seguir sometido como colonia? (En la Casa de Tucumán, ante el rey Juan Carlos, festejos del Bicentenario, 9/7/16).
Sobre el tema de la vagancia, vicio que origina todos los problemas que acosan a los argentinos, son varios los funcionarios que hacen su didáctica sobre la cuestión.
Por ejemplo, Patricia Bullrich: "Los sindicalistas hace años que no laburan; vayan a trabajar", dijo. Y pidió: "Vamos para adelante, dejen de poner trabas". (La Nación, martes 04 de abril de 2017)
Con valentía, el secretario de Empleo (y ex directivo de Techint), Miguel Angel Ponte, habló de los que se quedan fuera del sistema por "vagos". Y se preguntó: "Si yo le tengo que dar subsidios a esas personas, ¿cómo hago para que no degeneren?". Eso. ¿Cómo? Dale plata a un vago y fabricás un degenerado. Y nosotros no nos habíamos dado cuenta. De todas maneras, planteó que el Estado debe tomar cartas en el asunto en materia de salario social ya que "lo que no se lo des te lo van a sacar, porque esas poblaciones son cada vez más grandes". ¡Corramos, llegan los saqueadores!
(http://enlineanoticias.com.ar/el‑funcionario‑que‑hablo‑de‑comer‑y‑descomer‑para‑referirse‑a‑los‑despidos)
* ¿Para qué tenemos un ministro de la Producción? Suponíamos que para incentivar la fabricación nacional. Error. El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, declara que debemos ¡aumentar las importaciones! Vaya. Afirma: "La Argentina es el país más cerrado del mundo. Por eso estamos revisando la posibilidad de simplificar todo lo que tiene que ver con la importación (...)".
Cuánta razón. ¿Acaso no conviene más cerrar esas pobretonas pymes barriales y salir de compras por los lujosos mostradores del mundo? ¡Cuánto se aprende de estos ungidos por la ciencia! (Página 12, 5 de mayo de 2017)
* En lo relativo a educación, el primer mandatario nacional reveló la tremenda diferencia entre "los que pueden ir a una escuela privada y aquel que tiene que caer en la escuela pública". El presidente comenzó diciendo que 4 de cada 10 chicos de 6° grado que hicieron la evaluación "Aprender" en escuelas públicas no comprenden textos. Y en las escuelas privadas, el número fue sólo de 2 de cada 10. Pues aprendamos: hasta el conocimiento se adquiere pagando un precio en el mercado, como se hace con un par de zapatos o un tour al Caribe. (Redacción Diario de Cuyo 21‑03‑2017)
* También sus denuncias nos ayudan a dejar de confundirnos. Macri ha precisado y desenmascarado "aguantaderos". Así, apuntó en un discurso: "Viendo lo de Santa Cruz y tantos otros lugares, tenemos que alejar esta idea de que el Estado se parezca a un aguantadero de la política" (Télam, difundido por La Opinión Austral, 27 abril 2017)
En otro nivel se nos desliza una pequeña duda que espantamos como a molesta mosca cuando recordamos el diagnóstico que hizo el Presidente sobre su salud mental. Dijo: "El año pasado muchos me calificaron de loco, y lo estoy cumpliendo" ¿Querrá consolarnos dado nuestro desquiciado estado mental? (Discurso 52° coloquio de Idea, Mar del Plata)
Y aprendiendo la verdadera historia argentina con el titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, este rechazó la existencia de un plan sistemático de desaparición de personas en la última dictadura militar. Gómez Centurión precisó: "La desaparición de miles de personas es terrible. Es un análisis de causa‑consecuencia. Y el número no es pornográfico en la medida de cómo lo desarrollemos, porque 8.000 personas muertas desde el punto de vista social es espantoso, pero desde el punto de vista histórico no es lo mismo 8.000 verdades que 22 mil mentiras". (Infobae, 30/01/2017)
Y por último, una enseñanza de Macri sobre los laburantes: "A nuestros trabajadores les digo que tenemos que alejarnos del ausentismo, la licencia y las jornadas reducidas. Cada vez que un gremio consigue reducir una jornada horaria todos los demás argentinos lo estamos asumiendo como un costo y no está bien". Frase esclarecedora que emitió durante el Bicentenario. (Infonews 30‑12‑16)
O sea, muchachos, nada de licencia, ni enfermarse, ni pretender trabajar menos de doce horas por día. La vida por el país, siguiendo el ejemplo de nuestros conductores. Aunque el Jefe de Estado parece haber olvidado que durante su primer año de mandato se tomó 41 días de descanso...