"Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las no atendidas", escribió Santa Teresa de Jesús. Tanto invocarla y pedirla, la tormenta se desató el domingo, a las 22 y continuó hasta la madrugada. Trajo alivio del calor, sí, pero mucho más que eso: al menos 75 árboles fueron volteados por el intenso viento que registró una velocidad de 70 kilómetros por hora. Más grave fue la situación en varias localidades del Cordón Industrial, especialmente al norte de Rosario.
"Tuvimos el fin de semana complicado desde lo climático: comenzó el sábado con viento norte sostenido en 40 kilómetros por hora", comentó el director de Defensa Civil, Gonzalo Ratner, en Radio Sí. Según reportó Ratner, la central de emergencia municipal recibió 75 denuncias por árboles caídos, 50 por cables y columnas de energía eléctrica con desperfectos y 8 por voladuras de objetos varios (carteles o chapas de viviendas).
Las consecuencias de los daños en cables y columnas de energía se sienten en el servicio. “Por lo que es corte de energía eléctrica, el vecino llama a la EPE, pero la caída de postes si ingresa y hubo cortes de luz en varias zonas de la ciudad por esto”, informó Ratner.
Algo similar ocurrió en distintas comunas del cordón industrial, que fue la zona más afectada por el temporal. “En el departamento San Martín tenemos 7 u 8 pueblos con impacto en voladuras de techos, caída de postes de luz y plantas. Esto va de la zona de Barrancas hasta San Lorenzo”, reportó en Radio 2 el secretario de Protección Civil, Roberto Rioja.
Por su parte, el intendente de San Lorenzo, Leonardo Raimundo, reveló que “unas 80 familias se quedaron sin techo” por la violencia del viento.