"Diría que estamos un poquito mejor que hace una semana, pero hay un camino importante por recorrer". Con esa frase Martín Guzmán dio una nueva pista sobre la negociación que mantiene el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional por la millonaria deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri. El ministro de Economía volvió a explicar que la gran diferencia entre los técnicos del Fondo y la postura argentina radica en las "diferencias de velocidades" para reducir el déficit fiscal y aclaró que la intransigencia puede jugarle en contra al propio organismo internacional. "El Fondo Monetario Internacional puede perder legitimidad si empuja a Argentina a una situación desestabilizante", advirtió.
En el mismo día en que Juntos por el Cambio dio por suspendida una reunión a la que el jefe del Palacio de Hacienda nunca convocó, Guzmán brindó una entrevista a la agencia AFP. Allí remarcó que los principales problemas que enfrenta Argentina en 2022 son los pagos al Fondo. "Por eso es importante poder refinanciarla: es importante para el país y también para el FMI", dijo y agregó que "si queremos protegernos entre todos y proteger el funcionamiento del multilateralismo, es importante acordar algo que sea creíble y creíble quiere decir implementable".
El ministro volvió a marcar que la clara diferencia con los técnicos del Fondo es el programa fiscal. Guzmán destacó la caída del déficit fiscal en un año de crecimiento ("bajó entre 2,9 y 3% del PBI, con una economía creciendo al 10%", dijo) y remarcó que si se acepta la propuesta del Fondo, no solo se detendría la recuperación económica del país, sino que también se perdería la inversión en infraestructura pública. Sobre esto último, agregó: "Para nosotros eso es crítico, porque esa inversión es la que más necesita Argentina, desde el punto de vista productivo".
Por último, Guzmán destacó el pedido de legisladores de Estados Unidos para que se supriman las sobretasas que impone el FMI para los países con los préstamos más grandes. "Ha sido importante ese pedido a la secretaria del Tesoro de Estados Unidos (Janet Yellen) para que apoye en el directorio del FMI una revisión a esta política, que daña a los países en crisis que tienen lo que se llama 'acceso excepcional al Fondo Monetario Internacional', porque se les cobra más cuando la situación está peor".