En una jornada llena de marchas por el centro de la ciudad de Salta, en la que desfilaron fruteros, manteros y vendedores ambulantes de las peatonales y el Parque San Martín reclamando poder volver a vender, la intendenta ratificó su decisión de no permitir su presencia en la zona céntrica, y pidió volver a conformar una mesa de diálogo junto a la provincia y organismos de Nación para buscar soluciones.

Durante toda la mañana se turnaron en las calles céntricas de la ciudad primero los fruteros, luego un sector de vendedores que se ubicaba en las peatonales, y por último un grupo de trabajadores ambulantes que realizaban su labor en el Parque San Martín y que tras el asesinato del joven Nahuel Vilte fueron relocalizados en las plazas Italia y Francia pero solo hasta el pasado 7 de enero.

Los manteros recorrieron el centro de la ciudad solicitando un nuevo encuentro con la intendenta o la interventora de Espacios Públicos, Susana Pontussi. "Nos quitaron nuestra fuente de trabajo y no nos la quieren devolver”, sostuvo Patricia, una de las que se movilizó en contra de las políticas municipales de impedir la venta ambulante en el centro de la ciudad.

“Hay un montón de plazas olvidadas que ella (por Romero) nos puede dar”, argumentó la mujer, que trabajaba en la zona del Parque San Martín y fue desalojada tras el asesinato del joven vendedor ambulante en octubre del año pasado, “¿estamos pidiendo mucho? Solo poder vivir”, disparó. Aseguró que no son más de 63 vendedores que quieren seguir ofreciendo su mercadería en la zona y que no tienen posibilidades económicas para hacer frente a un alquiler.

Dirigiéndose a la intendenta, le pidió que con la mano en el corazón piense en su abuelo, el ex gobernador Roberto Romero, “el sí nos entendería y nos buscaría una solución”, y concluyó pidiendo la solidaridad de la ciudadanía “porque solo queremos trabajar, pónganse en nuestro lugar”.

La intendenta accedió a reunirse con un grupo de representantes de manera improvisada, en una heladería céntrica. Allí, si bien les ratificó su férrea decisión de no permitirles ingresar a vender en el centro y el Parque, les prometió que solicitará una mesa de trabajo entre Nación, provincia y municipio para “articular soluciones integrales a las problemáticas planteadas por los trabajadores informales”.

La jefa comunal reconoció que la realidad de ese sector “es el reflejo del drama social que se vive en la Argentina” y puntualmente en Salta, donde más de la mitad de los salteños y salteñas son pobres y desocupados. Aunque aclaró que son un gobierno de diálogo “que escucha las necesidades de todos”, resaltó que su prioridad es el orden, y que “los espacios públicos son de todos los salteños”.

No obstante ello, recordó que la Municipalidad, a través del área de Espacios Públicos y su interventora Susana Pontussi, mantiene mesas de diálogo permanentes con los vendedores ambulantes, y que ya acercaron propuestas como la posibilidad de reubicarlos en ferias barriales, acelerar las habilitaciones para quienes decidan alquilar locales o abrir centros comerciales, el acceso a microcréditos para emprendedores, y capacitaciones en oficios.

Más tarde, la referenta de Comercios Unidos, Carol Ramos, informó que la intendenta también acompañó a un grupo de comerciantes de todas las zonas liberadas de la venta ambulante y afirmó estar “muy contenta por todo lo logrado”, y por haber “recuperado el orden en el centro, que lo necesitábamos imperiosamente”.

Según datos de INDEC y del observatorio de la ciudad, el nivel de pobreza en Salta es del 42,3%, y más de la mitad de la población no posee ingresos suficientes para comprar una canasta básica de bienes, lo que la convierte en una de las provincias más pobres de las que componen el NOA, y de la Argentina.