"No estamos entrando en una fase endémica: estamos en uno de los peores momentos de la pandemia. Ahora no faltan camas ni respiradores, pero hay una fatiga terminal de los trabajadores de salud producto de una sobrecarga de trabajo brutal", advirtió el referente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Arnaldo Dubin.

Actualmente se registra una "situación epidemiológica totalmente descontrolada con un aumento descomunal en el número de contagios" de covid-19, añadió el jefe de Terapia Intensiva del Sanatorio Otamendi. A la vez, atribuyó a la alta tasa de vacunación la disponibilidad de camas de terapia intensiva, a pesar de la elevada cantidad de casos positivos.

"Es imposible cuantificar (la situación actual) porque el sistema de testeos está colapsado. Sin embargo, la terapia intensiva no está saturada y esto solamente hay que atribuirlo a la vacunación", explicó.

"Si no estamos viviendo una catástrofe sanitaria de características inconmensurables, es por esa tan denostada campaña de vacunación que ha sido tremendamente exitosa pero que no es suficiente", aseveró el experto.

En Argentina, en el último mes "hubo 1.152 fallecidos, pero en la última semana fueron 542, de los cuales cuatro de cada cinco fallecidos en la Provincia de Buenos Aires no estaban vacunados". 

"Si bien es cierto que la vacunación es tremendamente efectiva para reducir la mortalidad, no lo es en un 100 por ciento. Las imágenes de eventos masivos son obscenas. Hay que parar los contagios ahora. El pase sanitario es fundamental para profundizar la vacunación, pero tiene que haber un control más estricto", aclaró, por lo demás.