Durante los primeros meses de gobierno, el presidente Macri y sus funcionarios atribuyeron los problemas de política económica a la herencia recibida del kirchnerismo, pero a medida que el tiempo pasa y la recesión se profundiza ese argumento va perdiendo fuerza. Por ese motivo, desde el oficialismo comenzaron a reformular el relato. Ahora lo que supuestamente frena el despegue no es lo que el kircherismo hizo sino lo que podría llegar a hacer en caso de ganar las próximas elecciones. “Nadie quiere invertir en el país porque no saben si no vuelve el populismo dentro de dos años”, aseguró ayer el ex presidente del Banco Central, Javier González Fraga, en un esfuerzo por justificar la falta de resultados a casi un año de la asunción de Macri.  
“El Gobierno ha elegido un camino gradualista, donde no queda nadie estrictamente satisfecho, teniendo un objetivo político. He estado hace poco en el exterior hablando con más de 40 financistas o potenciales inversores en la Argentina y 9 de cada 10 preguntas tienen que ver sobre la política”, planteó el ex titular del Central.
“Macri tiene el estigma de ser el quinto presidente no peronista en 70 años. Los otros cuatro no terminaron su mandato. Entonces, es obvio que tiene que atender la cuestión política, preocuparse por hacer una muy buena elección el año que viene, porque si no, se le derrumba todo el potencial que tiene un cambio de política como el que estamos viviendo”, alertó. “Nadie quiere invertir en el país porque no saben si no vuelve el populismo dentro de dos años”, agregó.
Consultado sobre cómo arribará el Gobierno a los comicios de medio término, respondió: “Llega no muy bien desde lo económico, porque va a haber una reactivación, pero no la suficiente. Va a ser una elección basada no sólo en lo económico, sino también en el diálogo, la lucha contra la corrupción, la reforma política, la capacidad que tiene el Gobierno de enfrentar los temas con la verdad”.
De cara al crecimiento de la economía en 2017, González Fraga estimó una mejora de tres por ciento, aunque advirtió que la reactivación va a ser despareja. El crecimiento “será por sectores a los que les va muy bien y no se ven en las ciudades, como el campo y la obra pública, pero grandes sectores de la industria, como la dedicada al consumo interno más masivo, la textil, va a seguir teniendo problemas”, alertó el economista. Además, cuestionó la política monetaria y señaló que “la tasa de interés debería estar más cerca de 20 por ciento, en lugar del 25,75 por ciento actual”.