Breiner David Cucuñame, un guardia indígena de 14 años, murió en un ataque a tiros en el sudoeste de Colombia, levantando una fuerte ola de rechazo en todo el país. El adolescente fue asesinado el viernes pasado cuando realizaba tareas de vigilancia junto a otros indígenas, todos desarmados y apenas portando bastones en la localidad de Buenos Aires, departamento del Cauca. En el ataque también fue asesinado Guillermo Chicame y resultó herido Fabián Camayo, coordinador del resguardo indígena Las Delicias. Este martes la policía nacional informó que los responsables serían miembros de las disidencias de las FARC.
Cucuñame era un "cuidador de la madre tierra, guardián del territorio, niño protector de la vida", relató el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) en un comunicado. Tras su asesinato, comenzó a circular la foto del adolescente con su bastón y el chaleco azul que identifica a la guardia indígena, que actúa en los territorios originarios para evitar el ingreso de grupos armados.
La Defensoría de Colombia llamó a las autoridades estatales a "activar cuanto antes las rutas de protección y medidas colectivas para el resguardo Las Delicias". El ente también recordó que emitió una alerta temprana advirtiendo del riesgo para la población civil de Buenos Aires, así como para los líderes indígenas, campesinos de la zona rural y personas en proceso de reinserción por los nuevos grupos armados ilegales.
El presidente Iván Duque expresó en Twitter su "tristeza" por la muerte de Cucuñame, "un abanderado de la protección ambiental en su comunidad en el Cauca". Duque aseguró que el gobierno apoyará a la fiscalía para que esclarezca el hecho "con celeridad". También la delegación de derechos humanos de la ONU condenó el "ataque armado contra la guardia indígena".
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Breiner Cucuñame es el segundo ambientalista asesinado en los primeros días de este año. Para el centro de estudios independiente, desde la firma del Acuerdo de Paz 1.288 líderes y defensores de derechos humanos han sido asesinados.
La ONG y autoridades indígenas señalan a las disidencias de las extintas FARC como los presuntos responsables del crimen de Cucuñame. Sin un mando unificado, estos grupos se marginaron del Acuerdo de Paz que condujo al desarme de las FARC y libran con otras organizaciones una lucha por el control de los narcocultivos y la explotación ilegal de oro y otros recursos en distintas regiones del país.