A siete años de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, quien está procesado en la causa que investiga las circunstancias de su fallecimiento, volvió a sostener que “no hay pruebas de homicidio” y que “para decir que lo mataron, hay que mentir”.
Desde el 18 de enero de 2015, la investigación judicial en torno a la muerte de Nisman no arroja avances concretos. En un nuevo aniversario del acontecimiento que dejó en vilo al país, Lagomarsino volvió a referirse al caso. “Es un tema que hasta que no se diga realmente qué pasó, va a estar en boca de todos. Y tal vez después también. Pero el expediente dice claramente que Alberto se autodisparó”, señaló el perito informático que trabajaba para el fiscal y que le entregó el arma de la que salió el disparo fatal.
En declaraciones radiales, Lagomarsino destacó que es la Policía Federal la que sostiene tal hipótesis. “Hay un informe en la foja 5.453”, sostuvo, y pidió que “por favor, busquen esa foja para taparle la boca a todos los que dicen que no hay ninguna prueba de auto disparo en el expediente”.
En su relato, el perito del fiscal a cargo de la UFI-AMIA en ese entonces, insistió en su postura crítica sobre la pericia realizada por Gendarmería para dilucidar las causas que provocaron la muerte de Nisman o el contexto en el que el disparo fue producido. “Lo que tenemos es eso: una pericia trucha para demostrar algo que no pasó”, expresó, en referencia a las múltiples cuestiones que dificultaron desde un principio conocer la verdad y que, más adelante, se realizaron en función de justificar una de las hipótesis que se manejan en la causa: la del asesinato.
“La Justicia se basa en una pericia trucha para decir que yo sabía que era parte del plan”, señaló también sobre el motivo que hoy lo tiene como principal procesado en carácter de “partícipe necesario” del hecho (por haberle prestado el arma a Nisman). “Ni a (Steven) Spielberg se le ocurre una película así”, agregó en relación al director de cine estadounidense. Y completó sobre esa idea: “Él diría no, es exagerada”.
“La pericia de Gendarmería fue en 2017, es una pérdida de tiempo o tal vez es ganar tiempo para que no se sepa qué es lo que pasó”, continuó Lagomarsino en diálogo con Futurock, y señaló que no hay coherencia entre las pericias de esta fuerza con las que llevaron a cabo el Cuerpo Forense y la junta criminalística de la Policía Federal. “Viste que esta causa trae muchas otras causas”, comentó, y advirtió que “la pericia de Gendarmería va a ser otra causa que en algún momento va a ser un escándalo con letras mayúsculas”.
En relación al nuevo año que se cumple de la muerte de Nisman, Lagomarsino habló también del significado de la fecha: “Todos los 18 significan algo para mí, 17, 18 y 19 y los días que vinieron después”, expresó. “Lamentablemente, por hacer un bien terminé metido en esto que no me gusta, pero tengo que pelearla”, concluyó, refiriéndose a la noche del sábado 17 de enero del 2015 en que le alcanzó el arma a Nisman para que se protegiera por si “algún loquito” quería agredirlo. Motivo por el cual, desde fines del 2017, se encuentra procesado como partícipe necesario del delito de homicidio.