Como sucedió en el Campeonato Sudamericano de Ecuador, a principios de año, la Selección Argentina Sub-20 depende de un milagro para no quedar eliminada del Campeonato Mundial de la categoría. Ayer, volvió a caer, esta vez 2 a 1 ante el anfitrión Corea del Sur, con lo cual cierra sin puntos la tabla de posiciones del Grupo A, que tiene como líder a los locales con seis unidades, Inglaterra está segundo con cuatro y una tiene Guinea, fruto del empate en uno de ayer en el enfrentamiento con los británicos.
Estos resultados adversos hace que el equipo dirigido por Claudio Ubeda haya quedado con mínimas chances de pasar de ronda, aunque la tiene. Para que haya milagro otra vez –en Ecuador, Argentina clasificó porque, inesperadamente, Brasil se quedó afuera tras el empate ante Colombia–, el Sub-20 estará obligado a derrotar a Guinea por goleada (su saldo es -3) y así esperar a ser uno de los cuatro mejores terceros, que acompañarán a la ronda final a los dos primeros de cada zona.
Nuevamente, la falta de contundencia fue el mayor escollo que encontró Argentina en la búsqueda de los tres puntos ante el equipo local, jugando mejor en el segundo tiempo que en el primero, cuando se fue a los vestuarios dos goles abajo. En el complemento, Ubeda intentó cambiar la suerte con los ingresos de Mansilla y Torres, y hubiera sido justo que llegara al empate, tras el descuento conseguido por el delantero de Boca, pero no resultaron suficientes las estocadas de Mansilla por izquierda, la potencia de Torres, el despliegue de Ascacíbar y los buenos centros de Conechny. Argentina volvió a pagar caro sus falencias en la última línea.
El viernes a las 8, los pibes se jugarán la última carta. El técnico mostró ayer que todavía cree posible el objetivo de clasificar. “Argentina sigue teniendo esperanza”, dijo.