La ministra de Educación de la Ciudad, dejó traslucir una muestra del clasismo que engloban las políticas neoliberales en materia escolar. Lo hizo durante una entrevista radial, en la cual indicó que ya "es tarde" para buscar a los chicos que dejaron la escuela durante la pandemia. "Esos chicos seguramente estarán perdidos de una villa o ya cayeron en actividades del narcotráfico", expresó Soledad Acuña. Luego, intentó arreglar su frase, aunque, valga la redundacia, ya era tarde. "Obviamente hay que intentarlo (ir a recuperar a los alumnos), pero hoy es mucho más difícil que si se hubiese sabido y tomado decisiones hace dos años", agregó.
Esta concepción de Acuña se conoce pocas horas después de que el propio gobierno porteño confirmara que las clases en la Ciudad de Buenos Aires comenzarán el próximo 21 de febrero de forma presencial, a pesar de la suba de casos de coronavirus. Tras el anuncio, del que participó Acuña, la ministra habló con Radio Rivadavia y dijo que en CABA, de los 6.500 alumnos que habían abandonado la escuela en el 2020, solo 100 de ellos aún no regresaron a las aulas. "Esto lo podemos hacer porque tenemos información, tenemos base de datos, tenemos legajos únicos. Sabemos donde vive cada estudiante, cuál es su realidad y pudimos buscarlos a tiempo", expresó. Según explicó, en otras regiones, "ya es tarde" para apuntar a la reintegración escolar, ya que los chicos "cayeron" en el narcotráfico, están "perdidos" en los pasillos de una villa o debieron salir a trabajar.
De caer en la escuela pública a que los pobres no llegan a la universidad
La declaración de Acuña orbita en sintonía con otras expresiones de referentes del PRO. Por caso, el 21 de marzo del 2017, el por entonces presidente Mauricio Macri ofrecía una conferencia de prensa junto al ministro de Educación, Esteban Bullrich, en la que sinceró su concepción sobre la educación libre y gratuita al marcar "una terrible inequidad, de aquel que puede ir a la escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública".
En tanto, una año después, la exgobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se preguntaba si es justo “llenar la provincia de universidades públicas, cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”. En ese entonces, rectores, docentes y estudiantes universitarios criticaron los dichos de Vidal, desmentidos por las propios datos del sistema universitario: en el conurbano bonaerense, las universidades cuentan con porcentajes muy superiores de estudiantes que son primera generación de universitarios en sus familias respecto de los valores promedio del país. Es decir, esas universidades están ampliando el acceso social a los estudios superiores.