El derecho al aborto debería ser incorporado a la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE), señaló el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ante el Parlamento Europeo. El lider francés hizo su pública su propuesta pocas horas después de que el cuerpo eligiera como su presidenta a la conservadora maltesa Roberta Metsola, activa opositora a las normas que habilitan la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
Macron, que preside este semestre el Consejo de la UE, elevó el pedido en Estrasburgo, ante el pleno del Parlamento , que respondió con aplausos. Es necesario "actualizar esta Carta (de Derechos) para que sea más explícita sobre la protección del medioambiente o el reconocimiento del derecho al aborto", dijo el francés.
"Abramos este debate hablando libremente con nuestros conciudadanos, y demos un nuevo impulso a nuestro Estado de derecho, haciendo que Europa sea aún más fuerte", reclamó Macron.
La Carta de los Derechos Fundamentales, aprobada en diciembre de 2000 (con una versión revisada en 2007) por los integrantes de la UE, define los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de los ciudadanos del bloque. Sin embargo, no establece una norma general para la IVE, cuyo status legal es prerrogativa de cada Estado miembro.
Una presidenta que se opone al derecho al aborto
La maltesa Metsola, que el martes fue elegida presidenta del Parlamento Europeo, es abiertamente contraria a la interrupción voluntaria del embarazo y votó en contra de diversas resoluciones parlamentarias que buscaban ampliar el acceso al aborto. Sus votos fueorn en consonancia con la tradición de su país, donde la IVE está prohibida en cualquier circunstancia.
Malta no es el único pais europeo que limita el derecho al aborto. También Polonia, país al que Macron pareció referirse cuando rechazó los retrocesos en algunos Estados de derecho, endureció su legislación sobre interrupción del embarazo en los últimos años. En 2020, el Tribunal Constitucional polaco ilegalizó el aborto en caso de malformaciones graves del feto, un supuesto en el que se amparaba el 97 por ciento de los 1.110 abortos legales que se realizaban en el país. Tras la declaración de inconstitucionalidad, Polonia sólo admite que se practiquen abortos con causales: el incesto, la violación y el peligro para la vida de la mujer.
Un derecho con acceso restringido
Malta es el único país dentro de la UE que prohíbe la interrupción del embarazo en toda circunstancia.
Otros países europeos pero no miembros del bloque en los que está prohibido el aborto son Andorra y San Marino.
Liechtenstein lo permite solo cuando la vida o la salud de una mujer está en riesgo o el embarazo es producto de una agresión sexual.
Las jurisdicciones británicas de Irlanda del Norte y Gibraltar y la jurisdicción danesa de las Islas Feroe también mantienen leyes muy restrictivas.