Emanuel Ginóbili tuvo otra jornada al máximo nivel en la despedida de San Antonio Spurs de la presente temporada de la NBA, a pesar de la derrota 129-115 ante Golden State Warriors, que lo barrió 4-0 en la final de la Conferencia Oeste. El bahiense dejó una referencia que permite alentar la posibilidad de que siga compitiendo con la franquicia texana por un año más, cuando su documento registre 40 años de edad. Ginóbili volvió a ser titular en un partido de play offs después de más de tres años, ya que la última vez había sido el 24 de marzo de 2014, y anotó los dos primeros tantos de su equipo con una bandeja sin tablero cuando transcurrían 21 segundos.
El técnico Gregg Popovich lo mantuvo después en la cancha por espacio de 32 minutos, tratando de cubrir las ausencias de los lesionados Kawhi Leonard y Tony Parker, dos bajas que se hicieron decisivas en esta definición ante el subcampeón de la temporada anterior, y campeón de la 2014-2015.
El bahiense, durante esa más de media hora, convirtió 15 puntos, entregó siete asistencias, bajó un rebote y registró tres robos. Pero lo más emotivo de la jornada se vivió a dos minutos y 30 segundos del final del juego, cuando repentinamente todo el público que colmó el AT&T Center, de San Antonio, comenzó a corear un “... Manu, Manu”, que pareció sonar más a un pedido de continuidad que a una despedida.
Popovich, hábil a la hora de complacer a sus referentes en situaciones límites, lo sacó de la cancha para que la ovación se volviera ensordecedora, y el impacto provocara también en el escolta deseos de continuar, algo que el lunes por la noche, en su Bahía Blanca natal, su propio padre no se atrevió a desestimar.
Los ojos húmedos con los que se lo observó en el banco de suplentes no fueron originados seguramente por la derrota ni por la barrida, sino por el cariño recibido, y por esas dos semanas que anunció se tomará antes de la decisión definitiva.
Si Ginóbili decide continuar, además de Leonard y Parker también lo estarán esperando con los brazos abiertos compañeros como Kyle Anderson, goleador de los Spurs en el último partido con 20 tantos, y a quien el argentino secundó en ese rubro. Ambos pudieron hacer muy poco ante la voracidad goleadora del base Stephen Curry, máximo anotador del juego con 36 tantos, y su ladero Kevin Durant, quien anotó 29.
Golden State se convirtió así en el primer equipo en registrar tres barridas consecutivas en cuartos, semis y final de Conferencia, desde que estas definiciones se llevaron al mejor de siete enfrentamientos, sumando 12 triunfos consecutivos al cabo de estas tres instancias.