El proyecto de construcción y mejoramiento de una autopista en Colombia derivó en el hallazgo de miles de restos de una civilización precolombina.

Las excavaciones alrededor de la autopista 4G VIllavicencio-Yopal abarcan unas diez hectáreas. Ya se recuperaron 334 piezas y nueve toneladas de vestigios, en especial de cerámicas, partes de urnas, cuencas, ollas y otras herramientas de los antiguos habitantes de la zona de los Llanos Orientales.

Los hallazgos se hicieron al comienzo de la obra, gracias a lo cual se pudo salvaguardar el patrimonio. Con una inversión de 3,5 millones de dólares, el programa de restauración contempla el monitoreo, la excavación y el rescate de piezas.

En los últimos cuatro años se identificaron 55 sitios con material arqueológico en los municipios de Restrepo, Cumaral, Paratebueno y Monterrey, donde habitaran las comunidades precolombinas. 

Miguel Vargas, gerente de la concesionaria Covioriente, manifestó que "los trabajos realizados permitieron no solo salvaguardar los vestigios que se encontraban en la zona de influencia del proyecto, sino que la amplitud de las excavaciones que cubren varios municipios y departamentos trajo consigo la posibilidad de conocer y estudiar las sociedades prehispánicas que ocuparon la región".

A su vez, detalló que "es la primera vez que se recupera de manera sistemática tanta información sobre los grupos humanos que vivieron en los Llanos Orientales de Colombia, con lo cual el concesionario realizará grandes inversiones para hacer los estudios necesarios con el fin de generar un gran valor cultural y potencial turístico para la región”.

Por su parte, el arqueólogo Juan Carlos Rubiano, destacó que la zona era una de las regiones en las que había menos evidencias arqueológicas. Se pensaba que las sociedades de ese lugar eran nómades, pero las excavaciones muestran que hubo grandes asentamientos.

”Ahora vemos sociedades mucho más sedentarias, que tenían pequeñas aldeas, varias agrupaciones de casas alrededor de algunos sitios puntuales, aunque también existían patrones de ocupación de viviendas aisladas. Se están evidenciando sociedades más complejas de lo que se tenía pensado hasta hace muy poco tiempo”, explicó Rubiano.

La antropóloga Silvia Stoehr Rojas, por su parte, manifestó el anhelo de que "los análisis especializados contribuyan a comprender con mayor detalle estos patrones de asentamiento y formas de vida, nos den mayor claridad sobre las fechas de las ocupaciones (y los materiales asociados a ellas), y permitan aproximarnos a comprender esas relaciones y transiciones entre el piedemonte y el llano”.

De momento, se han identificado elementos de cerámica roja, que abarcan un período que va desde 800 años antes de Cristo hasta el siglo XVI. Casi 70 mil metros cúbicos de tierra fueron removidos a mano por 400 trabajadores de la región. 

”Se buscaba involucrar gente de la región con la intención de generar empleo y conocimiento en la zona, siguiendo las normativas vigentes”, dijo Rubiano. Así se seleccionó a un grupo de hombres y mujeres, a quienes se capacitó sobre la identificación de los materiales. 

”Eso generó que hoy en día se tenga personal de la región que esté muy capacitado sobre cómo hacer excavaciones de manera detallada, cómo proteger los vestigios, qué hacer si se encuentran algo; pueden saber si son tempranos, si son tardíos”, subrayó Rubiano. 

A partir de ahora resta que las piezas pasen al laboratorio, donde se las limpiará y se analizarán los restos de tierra en base a la prueba del Carbono 14, para fechar el material y reconstruir aquel período de la historia.