Desde Córdoba
No habrá 2x1 para Luciano Benjamín Menéndez. El Tribunal Oral Federal 1, que lo juzgó y sentenció a prisión perpetua el 25 de agosto pasado, le denegó el pedido al ex general que es récord en el mundo en condenas por delitos de lesa humanidad: tiene doce, más otras dos por veinte años cada una.
En su prisión domiciliaria, Menéndez escuchó la noticia que ya esperaba: “El sabía que no tenía chance. Que no tiene chance. Pero seguirá intentándolo”, le dijo a este diario uno de los integrantes de la defensoría pública. A días de cumplir 90 años, el próximo 19 de junio, el Cachorro, la Hiena o el Chacal –como lo llamaban sus propios subordinados– pasa los días en su chalet de la calle Ilolay, en el barrio cordobés de Bajo Palermo. Si bien concurre regularmente a una clínica para chequeos médicos, se informó que su salud “es muy buena para alguien de su edad” y que “llama todas las semanas a sus abogados defensores”. Este dato no ha pasado inadvertido. Una sobreviviente de los campos de concentración y exterminio sonrió con amargura ante esta cronista: “Mirá, tantos de nosotros que quedamos sordos de uno o los dos oídos por el teléfono (la tortura que consistía en golpear fuertemente y al mismo tiempo ambas orejas para reventar los tímpanos de la víctima), y él con 90 está intacto: puede llamar él mismo…”.
Desde que la Corte Suprema de Justicia sacó de la galera el regalo inesperado del “fallo Muiña” para los genocidas, los represores condenados en Córdoba están eufóricos y no cesaron de pedir el beneficio: ya son 24 en total. Hasta ahora todas las respuestas –diez hasta ayer– fueron negativas. El Tribunal presidido por Jaime Díaz Gavier consideró que el 2x1 no se aplica a la “desaparición forzada de personas ni a la desaparición forzada de menores, que son delitos permanentes”. El TOF 2 del juez José Pérez Villalobos, que rechazó el pedido del represor Juan Domingo Ayala, hizo lo propio e incluso consideró “nulo de nulidad absoluta” el fallo de la Corte, de acuerdo con los argumentos del constitucionalista Miguel Rodríguez Villafañe: “Son delitos que no pueden ser amnistiados ni conmutados de acuerdo a los tratados internacionales, ni a la propia ley 27.156 sancionada en 2015”.
Menéndez fue el jefe del área 311 en que la dictadura cuadriculó el país para cometer el genocidio que desapareció a más 30 mil personas. Manejó, según su pulsión de muerte, diez provincias argentinas en un plan sistemático de secuestros, torturas, apropiación de bebés y desapariciones que ha quedado demostrado en cada uno de los juicios por delitos de lesa humanidad realizados desde 2008. Ayer y junto con “el Cachorro”, también recibieron negativas a sus pedidos de 2x1 Exequiel “Rulo” Acosta, quien fuera uno de los jefes del campo de concentración de La Perla; Orestes “Gino” Padován, y Carlos Alberto Díaz, alias HB.