El Hospital Infantil de Texas (EE.UU.) y el Colegio Baylor de Medicina han lanzado la vacuna Corbevax, la cual se desarrolla libre de patentes, lo que supone un alivio para los países pobres afectados por la pandemia de coronavirus.
“Hace 10 años recibimos fondos para empezar un programa para enfermedades emergentes, enfocándonos en dos coronavirus, primero en el SARS y después el MERS, y esos conocimientos nos han permitido, a partir de 2020, desarrollar prototipos para la vacuna contra la covid-19", explicó la microbióloga hondureña, María Elena Bottazzi, en diálogo con la agencia Efe.
Aunque hay más de 60 vacunas en desarrollo que utilizan la misma tecnología, Bottazzi remarcó que Corbevax es única porque no será patentada, lo que permitirá que cualquiera que tenga la capacidad de reproducirla, pueda hacerlo.
La especialista, codirectora del Hospital Infantil de Texas y la Escuela Baylor de Medicina, dos instituciones sin fines de lucro, precisó que el modelo de vacunas que impulsan “no será patentada para que su tecnología pueda ser transferida a muchas organizaciones que puedan no solo aprender sino también producir a gran escala”.
"Divulgamos todo en publicaciones abiertas para que la comunidad científica pueda saber cómo hicimos nuestras ingenierías y cómo se pueden producir. No se mantiene ningún secreto del proceso y eso se puede replicar en varios lugares alrededor del mundo”, subrayó.
La pandemia de coronavirus que afecta al mundo expuso la necesidad de liberar las patentes, puesto que si los países con menos recursos no acceden a las vacunas surgirán produciéndose variantes adicionales del virus que obstaculizarán el progreso logrado por las vacunas actualmente disponibles en Estados Unidos y en otros países occidentales.
La eficacia de la vacuna
Denominada “la vacuna covid-19 del mundo”, Corvebax utiliza una tecnología tradicional basada en proteínas recombinantes que permitirá su producción a gran escala, haciéndola ampliamente accesible para inocular a la población mundial.
El proceso inicial de construcción y producción del antígeno de la vacuna se desarrolló en el CVD del Texas Children's Hospital, dirigido por los codirectores María Elena Bottazzi y Peter Hotez y con licencia de BCM Ventures, el equipo de comercialización integrado del Baylor College of Medicine, para la compañía farmacéutica y de vacunas Biological E. Limited (BE), con sede en Hyderabad.
Corbevax ha completado dos ensayos clínicos de fase III en los que participaron más de 3000 personas de entre 18 y 80 años en 33 centros de estudio en toda la India, y los resultados indican que la vacuna era segura, bien tolerada e inmunogénica.
El hospital infantil de Texas afirmó que la vacuna tuvo una eficacia en otros estudios superior al 90 por ciento contra la cepa original covid-19 y de más del 80 por ciento contra la variante delta.
Esta vacuna tiene una tecnología parecida a la de la hepatitis B, por lo que muchos países ya tienen la infraestructura necesaria para producirla.
Su funcionamiento radica en utilizar proteínas suficientes de un virus para despertar una respuesta inmune, pero no la enfermedad, y requiere un proceso de producción más sencillo y barato que otro tipo de vacunas, como las de ARN mensajero que producen Pfizer o Moderna.
“Este anuncio es un primer paso importante para vacunar al mundo y detener la pandemia. Nuestra tecnología de vacunas ofrece un camino para abordar una crisis humanitaria en desarrollo, a saber, la vulnerabilidad que enfrentan los países de bajos y medianos ingresos frente a la variante delta”, apuntó el Dr. Peter Hotez.
Actualmente se está probando la eficacia de la vacuna contra la variante Ómicron, cuyos resultados aún no han sido publicados.