María Eugenia Vidal, cada vez más comprometida con la trama de la "Gestapo antisindical" del macrismo, incursionó en la tarde de este jueves en Twitter con intención de defender al gobierno de Mauricio Macri por la deuda con el Fondo Monetario Internacional y fustigar a la gestión de Alberto Fernández. "Dato mata relato: hablemos de fondo del Fondo", tituló su hilo, que ofreció unas cuantas incongruencias.
La exgobernadora bonarense y actual diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires aseguró que "el 80 por ciento del préstamo contraído" con el organismo fue "para pagar deuda en dólares, tomadas por gobiernos anteriores", y que un 23 por ciento restante se utilizó "para pagar deuda en pesos". A su vez, manifestó que la tasa estaba a la mitad de lo que ofrecían los mercados financieros en 2018, cuando se contrajo la deuda.
El dato se contrapone con los números. Al momento de asumir Macri, la deuda representaba un 38 por ciento del PBI (un 18 por ciento en dólares). Cuatro años más tarde, superaba el 90 por ciento. En un solo mandato más que se había duplicado, cuando el argumento es que el préstamo era para liquidar deuda. A su vez, el propio Nicolás Dujovne admitió en una conferencia, antes de ser ministro, que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había dejado un muy bajo nivel de endeudamiento en dólares.
La principal refutación a Vidal ya la hizo el propio Macri en noviembre pasado, cuando admitió que "la plata del FMI la usamos para pagar a los bancos que se querían ir"; un eufemismo que reconoce la existencia de una fuga de capitales, algo para lo cual el FMI no debería prestar dinero, por indicación expresa de su estatuto. El propio Fondo admite que el macrismo no frenó una fuga de capitales que llegó a casi 90 mil millones de dólares.
Vidal machacó con los vencimientos de la deuda a lo largo de 2002 y subrayó que el gobierno del Frente de Todos sabe desde que asumió "cuándo son los vencimientos" y que, sin embargo, "dilataron las negociaciones hasta el último momento". El cuadro que adjuntó muestra unas cifras altísimas a pagar, fruto del acuerdo de Macri. Cinco cuotas de más de 2800 millones de dólares a pagar en marzo, junio, septiembre, octubre y diciembre, por casi 15 mil millones de dólares. Todo 2022 insume la friolera de 19.144 millones de dólares a pagar.
Acto seguido, dio su receta: "el equilibrio de las cuentas públicas". Dicho en otras palabras: un ajuste de casi 20 mil millones de dólares en un país que reclama poder crecer para poder afrontar los vencimientos.
Esta propuesta no se condice con lo que propuso en el debate televisivo de octubre pasado, cuando afirmó que, de haber sido reelecto Macri "tendríamos la confianza de los organismos internacionales y hubiéramos conseguido más créditos". O sea, mayor endeudamiento.
A renglón seguido, la diputada propuso crecer a a través de una suba de las exportaciones "y no poner trabas" en el sector agropecuario. De hecho, el reclamo de Vidal va en línea con un proyecto del Poder Ejecutivo: la ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial.
Finalmente, Vidal insistió con el argumento ya expresado en los últimos días por Alfonso Prat-Gay, según el cual hay un mayor endeudamiento en la gestión de Fernández. Para conseguir semejante milagro, el exministro computó por igual deuda en dólares y deuda en pesos y el propio Palacio de Hacienda le salió al cruce y explicó que para argumentar que la deuda creció durante los dos primeros años de mandato de Fernández "se mezcla emisión de deuda denominada en moneda extranjera con emisión de deuda denominada en pesos y financiamiento del BCRA al Tesoro".
La cartera económica puntualizó que "fue entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, cuando la deuda externa (deuda pública denominada en moneda extranjera) creció en más de 100.000 millones de dólares, una deuda que se tomó en dólares y sólo se puede pagar en dólares". Finalmente, el Ministerio de Economía remarcó que "el actual Gobierno no tomó dólares prestados. Por el contrario, en el año 2020 se realizaron dos operaciones de reestructuración de deuda externa que generaron un ahorro de 4.800 millones de dólares para el período 2020-2030".
Más allá de lo endeble de su argumentación, seguramente para María Eugenia Vidal sigue siendo mejor hablar de deuda que de espionaje y armado de causas. Por lo menos no enfrenta en lo inmediato un reclamo judicial por ella.