Estados Unidos autorizó el envío de armas a Ucrania y Rusia anunció nuevas maniobras navales, en un contexto de fuertes tensiones entre el Kremlin y las potencias occidentales que buscarán apaciguarse este viernes con la reunión clave entre los jefes diplomáticos de ambos países. El presidente estadounidense, Joe Biden, aclaró que cualquier tipo de incursión rusa en territorio ucraniano será considerada "una invasión" y tendrá una "respuesta severa", luego de la confusión que había generado al insinuar que Washington matizaría las consecuencias ante una ocupación de menor escala.
La amenaza de una nueva guerra
Estados Unidos y sus aliados advirtieron el jueves a Rusia que sufrirá graves represalias si "uno solo" de las decenas de miles de soldados rusos concentrados en la frontera incursiona en Ucrania. Cualquier violación por Rusia de la soberanía territorial de Ucrania "nos devolvería a una época peligrosa e inestable, cuando este continente estaba dividido en dos (...) con la amenaza de una guerra total planeando sobre nuestras cabezas", dijo el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, desde Berlín, ciudad que estuvo dividida por un muro durante casi 30 años.
La Casa Blanca dio su visto bueno a las peticiones de países bálticos de enviar armas de fabricación estadounidense a Ucrania, lo que prueba según los observadores lo alejadas que siguen las posiciones de Washington y Moscú. Un responsable del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos está "acelerando los traslados autorizados de equipos de origen estadounidense procedentes de otros aliados".
La aprobación respondió a demandas urgentes de Estonia, Letonia y Lituania para asistir a Ucrania. Las fuentes estadounidenses no detallaron la cantidad o el tipo de armas que serán enviadas, aunque están en condiciones de enviar misiles antiblindaje y antiaéreos, entre otros elementos.
Blinken mantuvo este jueves en la capital alemana conversaciones con sus aliados europeos, en la víspera de una crucial reunión en Ginebra con los rusos. Su par francés Jean-Yves Le Drian, presente en Berlín, advirtió a Moscú contra el deseo de forjar un "Yalta 2", una nueva repartición de las esferas de influencia entre el Este y el Oeste, 77 años después de la conferencia que diseñó la Europa de la posguerra.
En Londres, el primer ministro Boris Johnson calificó de "desastre para todo el mundo" una eventual invasión rusa de Ucrania. Las "incursiones menores" no existen, precisó a su vez el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, en respuesta a unas polémicas palabras de su homólogo estadounidense Joe Biden.
"Ucrania no quiere la guerra, pero está preparada"
"Quisiéramos recordar a las grandes potencias que no hay incursiones ni naciones pequeñas. Al igual que no hay un número pequeño de víctimas y poco dolor por la pérdida de seres queridos. Digo esto como presidente de una gran potencia", señaló Zelenski en un mensaje de su cuenta oficial de Twitter.
"¿Acaso no es esa la realidad desde hace ocho años? ¿Acaso la invasión no comenzó en 2014? ¿Acaso la amenaza de guerra surgió sólo ahora? Estos riesgos no existen un día y ahora no son mayores, simplemente hay más expectativa", aseguró el presidente en alusión a la anexión rusa de Crimea y el inicio del conflicto en el Donbás. Más adelante agregó: "Ucrania no quiere la guerra, pero está siempre preparada para ella".
El miércoles, Biden había generado confusión al afirmar que una "incursión menor" de Rusia podría provocar una respuesta más modesta de los aliados de la OTAN. En declaraciones a la prensa desde la Casa Blanca, el presidente aclaró 24 horas después que no hay "ningún malentendido" y que "si alguna unidad rusa cruza la frontera con Ucrania, eso es una invasión".
Si eso sucede, le advirtió al mandatario ruso Vladimir Putin, "se encontrará con una respuesta económica severa y coordinada" de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la OTAN. "No hay duda. Que no quede ninguna duda, si Putin toma esta decisión, Rusia pagará un alto precio", reiteró Biden.
"Este no es el único escenario para el que debemos estar preparados. Rusia tiene una larga experiencia en medidas de agresión que no son acciones militares abiertas", precisó el mandatario demócrata, refiriéndose a posibles "acciones realizadas por soldados rusos que no visten uniforme ruso" o "ciberataques". Frente a ese escenario, sostuvo que el país debe estar "preparado para responder de manera unida y decidida".
Rusia anuncia ejercicios navales
Moscú, por su parte, respondió el jueves anunciando masivos ejercicios navales en enero y febrero en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo. Poco antes, el Kremlin había denunciado los comentarios "desestabilizadores" de Biden sobre Ucrania. "Las declaraciones se repiten sin cesar y no contribuyen para nada a calmar las tensiones actuales. Además, pueden contribuir a desestabilizar la situación", advirtió el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
"En total, más de 140 buques de guerra y de apoyo, más de 60 aviones, mil elementos de equipamiento militar y unos 10 mil militares formarán parte" de esos ejercicios, indicó el ministerio de Defensa ruso, citado por la agencia de noticias Sputnik. "El objetivo principal es poner en práctica las fuerzas navales, aéreas y espaciales para proteger los intereses nacionales rusos en los océanos del mundo y contrarrestar las amenazas militares a Rusia desde los mares y océanos", agregó.
En el mar Negro, las tensiones vienen en aumento en los últimos años. Moscú acusa a Ucrania y a las potencias occidentales de amenazar su seguridad frente a las costas de la península de Crimea, anexada por Rusia. En junio de 2021, la flota rusa había realizado disparos de advertencia contra un destructor británico en ese lugar.
Rusia también empezó esta semana a desplegar un número indeterminado de soldados en Bielorrusia para unos ejercicios "improvisados" de preparación al combate en las fronteras de la Unión Europea (UE) y de Ucrania. Estos movimientos militares ocurren como antesala de las negociaciones que habrá este viernes en Ginebra entre Blinken y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
El secretario de Estado norteamericano afirmó que "hay que ver dónde nos situamos" y "si quedan oportunidades para proseguir la diplomacia". Sin embargo, precisó que algunas exigencias rusas "están claramente abocadas al fracaso", entre ellas el compromiso de no ampliar la OTAN a Ucrania, como pide Moscú. Rusia también exige que Estados Unidos y sus aliados renuncien a organizar maniobras militares en Europa del Este, y considera que todas estas exigencias no son negociables.
EE.UU. sancionó a cuatro ucranianos
Estados Unidos anunció este jueves sanciones contra cuatro ucranianos, entre ellos dos diputados, acusados de estar implicados en actividades para "desestabilizar" Ucrania y otros países aliados "bajo dirección" de los servicios de inteligencia de Rusia. "Estados Unidos está actuando para exponer y contrarrestar la peligrosa y amenazadora campaña de influencia y desinformación en Ucrania", señaló Wally Adeyemo, secretario adjunto del Departamento del Tesoro, en un comunicado.
Washington acusa a los cuatro funcionarios sancionados de trabajar para el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB, antigua KGB). Dos de los señalados son Taras Kozak y Oleh Voloshyn, ambos miembros del Parlamento de Ucrania. El Tesoro planteó que Kozak, propietario de varios canales de noticias en Ucrania, ha desarrollado una campaña de desinformación para "denigrar" a algunos asesores del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, y "amplificar narrativas falsas" sobre las elecciones de Estados Unidos de 2020.
Los otros dos ucranianos designados por Washington son Volodimir Oliynyk y Vladimir Sivkovich, este último exsecretario adjunto del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania al que acusa de coordinar actividades para favorecer la cesión de Crimea a Rusia. Como consecuencia de estas designaciones, quedan congelados los activos que puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíben transacciones financieras con entidades estadounidenses.