“Esa mujer de docente no tiene nada”, dijo Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en referencia a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, quien aseguró sobre “los chicos que dejaron la escuela” durante la pandemia: "Ya están perdidos en los pasillos de una villa o cayeron en la actividad del narcotráfico”. “Nunca es tarde” para volver al sistema educativo, disintió también Jaime Perczyk, titular de la cartera educativa a nivel nacional. La pedagoga Adriana Puiggrós calificó los dichos de Acuña como “racistas”, aunque admitió que el razonamiento de la ministra es “coherente” con los de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, referentes de Juntos por el Cambio.
“A mí me dolió en el alma escuchar las palabras de Soledad Acuña. Esa mujer de docente no tiene nada. Es una burguesa que piensa solo en algunos sectores de la sociedad y al resto, que les pase lo que les pase”, reflexionó Estela de Carlotto, que se dedicó a la docencia antes de que el terrorismo de Estado la llevara a volcar su vida a la militancia por los derechos humanos. “A los niños nunca hay que abandonarlos”, dijo a El Destape Radio la titular de Abuelas. “En la perspectiva actual del mundo, donde reina el egoísmo, hay que cuidar a los chicos más que nunca”, destacó, y consideró que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, “ya tendría que haberla sacado a Acuña” porque “no representa a la educación ni a la docencia”.
“Nunca es tarde para los chicos o chicas, ni siquiera para los adultos. El sistema educativo siempre tiene que dar una nueva oportunidad si queremos construir un país democrático con todos adentro”, afirmó Jaime Perczyk a Radio Continental. El ministro informó que, según datos suministrados por las provincias, a principios de 2021 “había un millón de chicos que se habían desvinculado o con una vinculación intermitente” y que en los últimos registros “había 500 mil chicos que todavía no habían regresado”. Recordó que desde su cartera trabajan con el programa “Volvé a la escuela” y se mostró confiado en que “el 2 de marzo va a haber clases presenciales y que otra cantidad de pibes va a volver”.
Adriana Puiggrós advirtió que el razonamiento de Acuña “es coherente con los dichos” de Vidal y de Macri, quienes consideran que “los chicos pobres están condenados y no hay que utilizar recursos para que ellos estudien”. “La de Acuña es una idea profundamente racista, porque consideran a las clases populares inferiores. Piensan de esa forma, hay que convencerse de que el desprecio que tienen es profundo, ideológico, y esto lo traducen en políticas concretas. Por eso también están en contra de todo tipo de subsidio”, agregó la ex directora general de Cultura y Educación bonaerense, en declaraciones a Radio Provincia.
“Decir que es tarde no debería ser parte del pensamiento de una ministra de Educación”, razonó por su parte Roberto Baradel, quien consideró que “el Estado tiene que desplegar todas las herramientas necesarias para que (el regreso de los estudiantes a las aulas) sea posible”. Las expresiones de Acuña “connotan un prejuicio importante, discriminan”, destacó el dirigente de Suteba, y enfatizó que “lo más importante es decir que nunca es tarde”.
La filial porteña de Sadop, que lidera Alejandra López, repudió las afirmaciones de Acuña y sostuvo que sólo pueden ser fruto de “la ignorancia o de un marco ideológico discriminatorio, meritocrático y clasista”. “Esas declaraciones inapropiadas insisten en construir un sentido en la cotidianidad de todos desde el enjuiciamiento, tergiversando la realidad de la Ciudad y dañando no solo al sistema educativo en general sino a toda la comunidad porteña”, remarcó.
El Inadi, en tanto, consideró las afirmaciones
de Acuña como “estigmatizantes” y “discriminatorias”, y advirtió que exhiben “prejuicios
ideológicos elitistas y un desprecio a la cosa pública en general”. “Implica un
grave daño institucional que la ministra Soledad Acuña se haya dirigido de
manera discriminatoria a la población receptora de sus políticas. Más aún
tratándose de menores de edad de grupos históricamente vulnerabilizados, que
durante los últimos años tuvieron que sufrir además los efectos de una pandemia”,
expresó a través de un comunicado. Remarcó que los dichos de la ministra “se
desentienden de sus obligaciones como funcionaria (garantizar la educación de
calidad en tanto derecho humano para todos los sectores de la sociedad)”. “Con
su discurso suma una dimensión más a la discriminación, al responsabilizar a
los grupos vulnerados de su situación y realizar asociaciones infundadas y
estigmatizantes en cuanto a niñez, criminalidad, pobreza y educación pública.”