“Siento una grandísima emoción”, dijo Clara, 48 años, integrante de la Tupac Amaru de Florencio Varela parada bajo la explanada del Hotel Sheraton de Buenos Aires mientras veía avanzar en medio de la noche miles de antorchas con el nombre de Milagro Sala. “Me encantaría que esté acá mi compañera, que sienta esto que sentimos nosotros: el apoyo de la gente”. En medio de un impresionante operativo de seguridad con patrulleros y camiones celulares de la Policía de la Ciudad, entre hombres de trajes impecables, la marcha organizada por el Foro por la Libertad y la Democracia logró llegar hasta el ingreso del hotel donde sesiona la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para agradecer su presencia en Argentina.
El organismo de la OEA recibió allí mismo a una delegación de siete integrantes de la manifestación, por fuera del protocolo y de las estrictas agendas de audiencias que impone la CIDH durante las sesiones extraordinarias que realiza en distintos lugares de la región. Radicada durante esta semana en Buenos Aires para tratar casos que por protocolo no están vinculados a la Argentina, la agenda suele saltarles por los aires impregnada por reclamos de una sociedad civil a la que encuentran asombrosamente movilizada.
“El encuentro fue muy bueno porque encontramos que la Comisión estaba muy compenetrada con lo que está sucediendo con Milagro Sala”, explicó a PáginaI12 al final del encuentro Alejandro “Coco” Garfagnini, coordinador nacional de la Tupac. “Nos recibió el secretario ejecutivo del organismo que tenia un fuerte conocimiento de lo que está pasando. Y nos dimos cuenta, además, que a diferencia de lo que dice el Gobierno, no vinieron a revisar nada de lo que ya dijeron. Yo se los pregunté. Y ellos me dijeron: somos conscientes de todo lo que pasa. Por eso nosotros nos vamos tranquilos: insisto, tienen un fuerte conocimiento de la situación”.
A esa hora el ingreso completamente blindado del Sheraton no impidió que llegaran los sonidos de cantos de los miles de congregados en Plaza San Martín. La columna reunida a las cuatro de la tarde en Santa Fe y 9 de Julio llegó encabezada por la bandera del Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala, que agrupa distintas organizaciones sociales y políticas. Entró la bandera de la agrupación Tendencia Piquetera Revolucionaria, seguida por decenas de banderas de La Cámpora. Y en medio del fuego de las antorchas, sonó el mismo canto que suena desde hace casi 500 días: “Para Milagro la Libertad, para Morales, el repudio popular.” En la Plaza se sumaron HIJOS La Matanza y la bandera de Los irrompibles. Marisa Nuñez, psicóloga, jubilada, ex integrante múltiples espacios armados y rearmados durante el kirchnerismo se acercó como parte del enorme grupo de “gente suelta”. “Milagro Sala es una referente social, una parlamentaria –explicó–, creemos que todo lo que está pasando en Jujuy es un síntoma de que la justicia no existe”.
Ese escenario no pasó desapercibido para los integrantes de la CIDH durante la reunión en el hotel. Sorprendidos pero no porque no saben lo que pasa en el país. Ni porque no saben que esta es una sociedad movilizada. Sino sorprendidos porque dicen que no imaginaban la profunda dimensión de los reclamos. Los comisionados oyeron los sonidos de la Plaza en medio de la reunión, que fue, en realidad, sólo una nueva ocasión para informarse sobre la Argentina. Integrantes de las primeras líneas del organismo, entre ellos el presidente de la CIDH, Francisco Eguiguren –también relator para los casos de Argentina–, mantuvieron reuniones informativas con distintos colectivos y organizaciones de derechos humanos antes del inicio formal de las audiencias extraordinarias el día lunes.
La reunión de ayer se realizó a pedido de la CIDH. El organismo convocó a la delegación luego de saber que se iba a realizar una marcha. De parte del Foro participaron Garfagnini, Hugo Yasky, Daniel “El Tano” Catalano, Estela Díaz, María Elena Naddeo y Aníbal Ibarra. En el edificio los recibió el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, y María Isabel Rivero encargada de comunicación, el abogado encargado de relaciones con la sociedad civil y la responsable del monitoreo geográfico que analiza las situaciones de contexto en cada país, a nivel regional y subregional. Y también estuvo presente el abogado encargado del grupo de protección, un espacio importante en este caso dado que es el ámbito donde se tramitan las medidas cautelares, es decir los mecanismos de urgencia que tiene la Comisión para atender situaciones urgentes. Entre ellas se encuentra en estudio el caso de Milagro Sala, tal como explicó la responsable de prensa al final del encuentro.
“Se recibió a una delegación de siete personas que vinieron en representación de toda la manifestación, de esta protesta que se escucha aquí en el fondo”, dijo Rivero. “Estábamos esperándolos. Los recibimos, los escuchamos. Fue una reunión con muchísima información en la que nos entregaron un informe de violación a los derechos humanos que es bastante largo y nos dieron varias copias. Nos dieron información sobre la situación concreta de Milagro Sala que es el tema de esta manifestación y muchos elementos de contexto sobre su condición. La Secretaria tomó nota, les agradeció muchísimo el tiempo y la información entregada. El secretario ejecutivo les dijo que era muy importante porque la CIDH está permanentemente atenta a las discusiones de derechos humanos tanto en Argentina como en todos los países en los que tiene jurisdicción”.
Allí también explicó que la CIDH está evaluando el otorgamiento de una medida cautelar que tiene muchísimos aspectos posibles. “Una medida así se otorga si la CIDH considera que hay un riesgo a la integridad y al derecho a la vida de un ser humano. Eso es lo que la comisión está evaluando en ese momento: si hay una situación de riesgo urgente, de daño irreparable, a la persona para quién se pide la medida cautelar”.
Y efectivamente Milagro Sala atraviesa una situación de riesgo dentro del penal del Alto Comedero como dijo este diario en numerosas ocasiones.
Al final del encuentro Estela Díaz, una de las coordinadoras del Comité por la Libertad de Milagro Sala, también señaló que “fue una reunión muy positiva”. “Me quedo la devolución que hizo el Secretario Ejecutivo de la CIDH cuando dijo que ellos han recibido todos estos días cantidad de organizaciones de derechos humanos, jurídicas, de distintos tipos y que hay una clara coherencia en todos los relatos y en todas las denuncias que ellos están recibiendo y que muestran que aquí hay consistencia, hay veracidad, hay peso en las denuncias y en la gravedad de las denuncias que se están haciendo y que están atentos al caso Milagro Sala. Esto es altamente positivo”.