Por primera vez en más de cinco años, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) admitió que sus denuncias contra Cuba por los denominados "incidentes de salud" contra sus diplomáticos en La Habana, que le valieron a la isla otra batería de sanciones aún vigentes, no fueron causados por "un ataque deliberado".
Un informe difundido hoy por la CIA sobre los hechos "confirma la posición de Cuba", afirmó Johana Tablada, subdirectora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, a periodistas locales.
Tablada expuso que los reportes de prensa que aluden a un informe de seguridad de la CIA "señalan que no se puede atribuir a una causa común las manifestaciones de salud reportadas en 2016 y menos a una hipótesis tan descabellada como un ataque deliberado".
Recordó además que "en reiteradas ocasiones científicos y expertos cubanos han señalado la manipulación política de estos sucesos y la falta de fundamentos de teorías que los asocian con ataques acústicos o de microondas".
"Aunque se han reportado incidentes en varios países, Estados Unidos solo ha tomado medidas draconianas contra Cuba, las cuales han tenido un impacto negativo en la familia cubana", reprochó.
La agencia de Inteligencia, considerada con frecuencia por el Gobierno cubano como "siniestra" concluyó que esos llamados "ataques sónicos" supuestamente ocurridos en 2016 en La Habana no fueron "el resultado de una campaña global respaldada por un poder hostil" a Estados Unidos.
Según investigaciones oficiales del gobierno estadounidense expuestas en 2017 los primeros casos reportados en 2016 incluían hemorragias nasales, migrañas y náuseas luego de experimentarse sonidos penetrantes. De allí que fueron apodados "ataques sónicos".
El asunto, de vasta repercusión mundial, sirvió de base para que Estados Unidos aplicara más sanciones a Cuba, entre estas retirar los procedimientos consulares y de visado para ciudadanos del país en La Habana. También fue retirado casi totalmente el personal diplomático consular.
El también calificado de "síndrome de La Habana" complicó el proceso de
peticiones de visados por cubanos que quieren viajar a Estados Unidos al traspasarse esos trámites a embajadas en otros países, situación que aún se mantiene. La funcionaria estimó que esas decisiones están incluidas en acciones "para debilitar las relaciones entre los dos países", consignó la agencia de noticias ANSA.
Versiones publicadas en Estados Unidos afirman que incidentes con perfiles similares a los de La Habana ocurrieron después en China, Alemania, Australia, Rusia, Austria, y también en Washington.
Aunque no solo por ese episodio, el "deshielo" entre Cuba y Estados Unidos promovido por el entonces mandatario Barack Obama quedó "congelado" y desapareció.