De acuerdo a un relevamiento realizado por el Ministerio de Salud, durante las dos primeras semanas de enero, aquellas personas que se inmunizaron con el esquema completo fallecieron entre 6 y 12 veces menos en comparación con los individuos que no recibieron ninguna dosis. En la primera quincena, la tasa de defunciones por covid en personas que no se inocularon fue de 30 por millón de habitantes; de 16 por millón de habitantes en quienes se inocularon una dosis y de 5.89 para quienes recibieron ambos pinchazos.
Según el trabajo, si la información se discrimina en base a franjas etarias, la diferencia se torna más sustantiva a medida que disminuye la edad. En la población mayor de 50 años, la tasa de muerte de las personas no vacunadas fue de 233 y con el esquema completo desciende a 36. En los ciudadanos que tienen entre 20 y 49 años, mientras que en los no vacunados fue de 15.6, en los que habían sido inoculados dos veces fue de 1.34. Por último, en niños, niñas y adolescentes, la tasa fue de 1.2 para los primeros y de 0.15 para los que estaban protegidos con las vacunas. De hecho, de acuerdo a lo que apuntan especialistas como el bionformático del Conicet Rodrigo Quiroga, de no existir las vacunas contra covid, durante las primeras dos semanas de 2022 habrían fallecido, aproximadamente, 2500 personas más de las que el sistema reportó.
A la fecha, el 91 por ciento de los que tienen 50 años o más se aplicó las dos dosis; entre los que tienen de 20 a 49 años ese porcentaje es de 84; y en los menores de 19 años es de 43. La cartera que administra Carla Vizzotti, en el escenario que plantea la propagación de Ómicron, coloca el foco durante los primeros meses de este año en avanzar hacia la inoculación masiva de dosis de refuerzo. Al momento, ya recibió el tercer pinchazo el 23 por ciento de la población. En los mayores de 60 años, según los cálculos aportados por el bioquímico Santiago Olszevicki, la cobertura supera el 60 por ciento.
Aulas protegidas
El otro objetivo que se trazó el Ministerio de Salud es avanzar en la cobertura de la población pediátrica y adolescente. El propósito es minimizar los riesgos de cara al inicio de clases, una situación que durante 2021 fue producto de encendidos contrapuntos entre la perspectiva y las acciones del gobierno nacional y porteño.
Desde el Hospital Garrahan, convocaron a los y a las pediatras a recomendar la vacunación para prevenir la covid. En el comunicado expresaron: “Si bien las y los niños cursan la enfermedad, en la mayoría de los casos, en forma leve y con menos complicaciones en general, hoy la internación ha aumentado exponencialmente y la población pediátrica contribuye a la alta circulación viral”. Y agregaron: “Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) se ha recomendado la vacunación a partir de los 3 años pero aún hay un alto porcentaje de niñas y niños sin vacunarse. El comienzo del ciclo escolar también genera la necesidad de inmunizar a la mayor parte de la población escolar”.
Esta semana, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la vacuna pediátrica de Pfizer para inmunizar contra el coronavirus a niños de entre 5 y 11 años. Según confirmaron desde el Ministerio, entre febrero y marzo llegarán un millón y medio de dosis. Hasta el momento, la única que se suministraba a mayores de tres años era la tecnología china Sinopharm.
Desacople
Según los datos consignados por el físico Jorge Aliaga, en base a los reportes que comunica el Ministerio de Salud, en la última semana de este mes falleció un promedio de 141 personas en cada día. En paralelo, el reporte de casos supera los 110 mil por jornada. El desacople entre contagios y muertes puede observarse con claridad, marca una clara distinción con respecto a las olas previas y es el producto de la campaña de vacunación realizada por Argentina. El contador y senador correntino Martín Barrionuevo lo explicita en base al análisis puntual de Ciudad de Buenos Aires: aunque los casos se incrementaron en un 470 por ciento en relación al máximo anterior, los pacientes en terapia y los fallecimientos representan un 34 y un 35 por ciento respectivamente, en comparación a los valores registrados previamente.
Los individuos vacunados poseen mejores chances de evitar cuadros graves de la enfermedad, la hospitalización y muerte. Es por este motivo que, aunque la ocupación de las terapias intensivas continúa en aumento, todavía se está lejos de alcanzar el máximo histórico de junio pasado. Mientras que el 14 de junio de 2021 se llegó a 7.969 camas UTI ocupadas, en el presente esa cifra se ubica en 2.470.
La buena noticia es que, de acuerdo a las proyecciones que realizan los expertos, durante los próximos días la curva de infecciones podría comenzar a disminuir. Las experiencias de Sudáfrica y Londres son ilustrativas (con curvas que disminuyen de manera pronunciada) y, del otro lado del Atlántico, ya se perciben los aires de nuevo alivio.