Sultan Gustaf Al Ghozali, el estudiante de informática que se propuso como hobby tomarse una selfie por día, convirtió esa colección en tokens y se volvió millonario a los 22 años.
El joven comenzó a sacarse selfies con su computadora en 2017. Para distraerse pasó esos autorretratos a NFT (tokens no fungibles), tras lo cual algunos seguidores comenzaron a pagar 3 dólares, es decir, 0,00001 de la criptomeneda ETH, en la plataforma NFT Open Sea.
Hasta que un chef local descubrió la serie, se viralizó, y la cotización de la obra subió a 0,9 ETH, es decir, a 3 mil dólares, y se negoció por un total de 1,2 millones de dólares.
“Subí mi foto a NFT, jajaja. No puedo creer que la gente haya comprado mi foto NFT. Ya se vendieron 35 en un día”, contó, sorprendido, Ghozali en Twitter, antes de que se vendieran las 230 fotos.
En otro tuit manifestó que sigue "sin entender por qué quieren comprarme fotos NFT", aunque agradeció el interés "por estos cinco años de esfuerzo.
Las autoridades indonesias ya tomaron nota de los sucedido, y lo instaron a regularizar su situación fiscal.
“Será la primera vez que pague impuestos en mi vida”, celebró afirmó Ghozali en la misma red social.