Un ataque en Yemen dejó al menos setenta muertos y más de un centenar de heridos. Este viernes la coalición liderada por Arabia Saudita se atribuyó el bombardeo contra una cárcel controlada por rebeldes hutíes al norte del país. Otro ataque en la ciudad costera de Hodeida dejó al menos tres muertos, cientos de heridos y además destruyó el centro telecomunicaciones que dejó al país sin Internet.
El bombardeo aéreo contra una prisión en la ciudad de Saad, ubicada a unos 90 kilómetros de la frontera con Arabia Saudita, resultó en la muerte de al menos 70 personas y dejó cientos de heridos. Aunque desde la Cruz Roja advierten que el balance continúa aumentando mientras los rescatistas comienzan a sacar cuerpos de los escombros y a amontonar cadáveres que quedaron desmembrados en el ataque.
"Hay más de cien personas entre muertos y heridos (...) el balance está subiendo", informó Bachir Omar, vocero del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Yemen citando datos del hospital. Según Médicos Sin Fronteras, desde el hospital de la ciudad informaron que recibieron cerca de 200 heridos, el centro de salud se encuentra desbordado y ya no puede recibir más pacientes, informó la organización Médicos Sin Fronteras.
Según
la ONG Save The Children, al menos tres niños murieron en ese ataque. "Al
parecer, estaban jugando en un campo de fútbol cercano cuando cayeron los
misiles", explicó la directora para Yemen de esa organización, Gillian
Moyes, que explicó que la cárcel albergaba a migrantes detenidos y civiles "que buscaban una vida mejor para ellos y sus familias", consigna el portal de la Deutsche Welle.
Mientras que con el bombardeo a Hodeida, ubicada en la costa yemení al mar Rojo, colapsaron las conexiones a Internet del país, según informó la organización NetBlocks. Además, por esta ciudad pasa la mayor parte de la ayuda humanitaria que llega al país.
Arabia Saudita encabeza la coalición militar también integrada por Emiratos Árabes Unidos, que apoya a las fuerzas gubernamentales yemeníes contra los rebeldes hutíes, respaldados por Irán. Los ataques se producen después de que los rebeldes reivindicaran el lunes la autoría de un ataque con drones y misiles contra instalaciones petroleras y aeroportuarias de Abu Dabi, la capital de Emiratos, en el que murieron tres personas.