Al norte de Escocia se halla el achipiélago de las Orcadas, al que pertenecen las islas de Westray y Papa Westray, esta última más pequeña. Entre ambas hay tres kilómetros de distancia. No hay manera de comunicar ambos puntos por vía terrestre. Ambas se conectan por avión, en lo que representa el vuelo más corto del mundo.
El propio Libro Guinness de los Records tomó nota. No existe un vuelo en avión más corto para unir ambas islas: apenas dos minutos. De hecho, si el viento ayuda, se puede hacer el trayecto en poco más de 50 segundos.
La comunicación aérea entre las islas tiene dos o tres viajes por día. En los diez kilómetros cuadrados de Papa Westray viven unas 80 personas y hay un flujo importante de turistas en verano que viven en carne propia la experiencia de subirse a un avión y bajarse después de un viaje de dos minutos.
Para llegar, primero hay que tomar un vuelo de quince minutos en Kirkwall, capital de las Orcadas, que comunica con Westray. Allí se puede transbordo con el vuelo más corto, que en 2016 llegó al millón de pasajeros.
Los viajes de dos minutos se hacen en un bimotor con capacidad para diez personas, a veinte dólares el pasaje. Una experiencia que prácticamente no deja tiempo para mirar el paisaje durante el viaje.
El vuelo internacional más corto (el de las Orcadas es de cabotaje), apenas insume ocho minutos para unir los veinte kilómetros que separan las localidades de St.Gallen-Altenrhein (Suiza) y Friedrichshafen (Alemania).