Para quienes la escuchan en su imperdible columna de los domingos en el programa El hecho maldito, por Futurock, la voz de la Inca siempre viene acompañada de ironías y lecturas inesperadas. Quienes la siguen en twitter saben de sus comentarios mordaces. Natalí Incaminato, la Inca, escribió el libro Peronismo para la juventud, donde condensó una posible interpretación de la experiencia histórica del peronismo con sus complejidades, con una escritura humorística que aliviana una lectura que incluye cruces entre Judith Butler, Evita, Juan Perón, Gilles Deleuze, Cristina Kirchner y Donna Haraway. Podría definirse como un paneo teórico práctico de las luchas sociales que trajeron hasta aquí a un movimiento tan polisémico como el peronismo. La Inca estará en Rosario el viernes próximo, a las 19, para presentar su libro en el Museo de la Memoria (Córdoba 2020). "Es una invitación a reírse de nosotrxs mismxs y de mantener el espíritu abierto a la experimentación, a releer y reescribir nuestra historia y a seguir eligiendo tu propia Evita y llevarla como bandera a la victoria", es el texto de convocatoria elegido por les organizadores.
--¿En qué público pensaste al escribir un libro como Peronismo para la Juventud?
--Está la cuestión de la juventud, pero la verdad es que yo ya no soy joven tampoco. Me parece que pensaba en esa generación de los 30 y pico para abajo, que no pueden pensar el peronismo sin la experiencia histórica del kirchnerismo. Ese peronismo y las definiciones que damos, no tienen mucho que ver con la lectura que hizo el menemismo del peronismo. Entonces, un montón de núcleos que nosotros repetimos, como que el peronismo es la importancia del estado, son ideas que claramente fueron construidas, con tensiones, con avances y retrocesos, en los años kirchneristas y continúan. Me parecía que valía la pena volver a la experiencia peronista y recuperar algunos tópicos antiperonistas y peronistas, desde una mirada muy irónica, que también se puede vincular, ya no sé si con los centenials, pero sí con los milenials, o con twitter, con las plataformas. Hoy en día si uno ve las plataformas y el modo en que se piensa y se discute la política allí, la ironía y la sátira es fundamental.
--La inclusión de ciertas luchas, como la feminista, y la idea de Evita Cyborg, viene también a cruzar experiencias históricas...
--La parte de Evita abandona el tono irónico y satírico y twitero, porque verdaderamente tengo un nexo afectivo con la figura histórica. Pero también intentó plantear que hay una complejidad. No es que Evita sí o sí es abortera o es feminista. Es que realmente es una figura muy compleja. Todos tienen su mirada. Los que recuperan a Evita como la guardiana de los valores tradicionales, también está haciendo su sesgo de determinadas frases, de determinadas zonas del peronismo, que ha atravesado muchas relaciones con la iglesia, muchos conflictos diferentes. Entonces, es tan complejo todo lo que ha pasado, y con la figura de Evita ni hablar, que yo trato de no pasar por encima de todas estas complejidades y decir: esta es una lectura que yo considero necesaria para vincular al peronismo con las luchas feministas o por lo menos con el feminismo popular.
--Una vinculación que está dada en los hechos, porque hay muchas pibas y no tan pibas que hacen ese cruce. No es que vos vas sobre una tierra yerma, sino que vas sobre una realidad histórica palpable.
--Exactamente, por eso el libro es muy Búho de Minerva. Es una sátira que se escribe cuando ya todo ha sido construido por las militancias, eminentemente, esto que hablamos del feminismo y las militancias juveniles tienen una gran importancia, pero no solamente y además, también en la Academia, y en muchos espacios se viene discutiendo desde otro lugar por ejemplo la figura Evita y la relación con la construcción política de las mujeres. Entonces, en un sentido, es un libro satírico y con ciertas pretensiones quizás más de manifiesto político, que en realidad recupera cosas que ya están articuladas. No es una apuesta en el vacío, sino que en realidad es una reafirmación o una legitimación desde el humor.
--También interpela a una juventud que hoy tiene extrañeza y hasta enojo con el gobierno de este peronismo, que es el Frente de Todos.
--Bueno, el libro lo escribí antes incluso de la pandemia, después de tuve que agregar algunas cosas, pero verdaderamente hay una complejidad que hace que la propia identidad del peronismo entre en crisis. Creo que muchos jóvenes vivieron los años kirchneristas o de Cristina, e internalizaron que el peronismo era eso, cuando sabemos muy bien que no, porque incluso varias zonas del peronismo eran contra Cristina, y tenían varios problemas con el kirchnerismo. Entonces, me parece que en este momento que es tan difícil la gobernanza, y tan difícil por lo tanto, el lugar de los militantes o de los simpatizantes, es un momento en que hay que reafirmar o pensar esa identidad. Bueno, qué es lo que va a hacer el peronismo.
--Es decir, conocer la historia para poder ampliar los límites del problema.
--Es que si realmente –como pasa, porque algunos jóvenes que lo hacen, lo veo en las redes-- creemos que el problema es solamente Alberto y esto se soluciona poniendo a Massa, por ejemplo, estamos en un problema, porque no se soluciona con eso. En el peronismo siempre fue muy importante la conducción, pero la realidad es que es cada vez más difícil pensar que una conducción de una sola persona puede modificar los problemas sociales, ambientales, económicos que tenemos. Entonces, me parece que hacer esa nueva definición de qué es el peronismo y recuperar la idea de comunidad organizada, más que solamente centrarse en quién conduce, es fundamental. Me parece que el peronismo ha construido un pensamiento de lo común, un pensamiento de la justicia social y hay que recuperar para pensar cómo se construye desde la sociedad civil. Eso es algo en lo que también insiste mucho Cristina, bueno, en la política hay que involucrarse.
-¿Cómo esto de hacer humor académico?
--Es un poco también algo que se fue gestando en las redes, si bien twitter, es verdad que es una mera red social bastante tonta, pero también me parece que con la cerrazón de otros medios más tradicionales, por cuestiones muy locales también de… bueno, ya sabemos, monopolios, etc. y también por una cuestión de envejecimiento, twitter es una oportunidad de creación de contenidos, entonces ese estilo de mezclas se fue gestando ahí y también en las columnas radiales. Y en realidad, me parece que lo puedo definir como mal uso de la Academia. Yo lo tengo muy separado. Mi investigación académica es una cosa totalmente diferente, pero lo que sí me interesa, lo que me gusta hacer es hacer un mal uso, en el mejor de los sentidos, un uso totalmente descontextualizado, desprejuiciado, de poder vincular cosas distintas, como hace el ensayo, que tiene más libertad para vincular. Pero es un ensayo un poco maldito, que ya se va un poco de tema, de repente estoy insultando y cito a Deleuze. Es algo que me divierte hacer y que me parece interesante para que quede algo más además de la sátira.