The Gilded Age (estreno del lunes por HBO Max) se inicia con una mudanza. El transporte de una serie de objetos lujosos en la Nueva York de 1882 bien vale como metáfora y declaración de principios de esta ¿precuela? de Downton Abbey en un nuevo continente. Concebida por Julian Fellowes, con un estilo lujoso similar, el drama histórico presenta los conflictos de clase -y entre clases- de la alta alcurnia con los nuevos ricos, de los advenedizos y de los pobretones que trabajan para aquellos.
Los ojos de la audiencia serán los de Marian Brook (Louisa Jacobson). La joven de apellido, pero sin un peso oriunda de Pensilvania que llega hasta lo de sus dos tías. Agnes (Christine Baranski en plan Maggie Smith) y Ada (Cynthia Nixon) son representantes de la vieja guardia de Manhattan. La primera le ha declarado la guerra a los prósperos George y Bertha Russell (Morgan Spector y Carrie Coon), quienes construyen una mansión justo frente a su casa. “No sé qué es peor, si el ruido de la construcción o cruzármelos en la calle”, lanza la dama de sangre azul. Junto a Peggy Scott (Denée Benton), una afroamericana que quiere triunfar como escritora, Marian se verá envuelta en las idas y vueltas de la clase alta neoyorquino. The Gilded Age, en definitiva, ofrece esculturas en mármol, disputas sobre la era moderna y personajes llenos de “wit” pero con tonada estadounidense.