Pese al inalterable y agresivo bloqueo estadounidense, Cuba ya vacunó a casi el 90 por ciento de su población y ofrece sus inmunizantes al resto del mundo. En una conferencia virtual organizada por la Internacional Progresista, expertos y autoridades sanitarias cubanas se reunieron para denunciar un "apartheid" de vacunas frente al que la isla caribeña emerge como impulsor del "internacionalismo".
Cuba empezó a desarrollar sus propias vacunas en los años 80, descubriendo la primera contra la meningitis B, y en la actualidad casi el 80 por ciento de las vacunas que incluye en su programa de inmunización son fabricadas en la isla. El país cuenta con una desarrollada industria farmacéutica que ha logrado tres vacunas contra la covid-19, así como otros candidatos aún en fase de estudio. Ninguna de esas fórmulas han sido reconocidas e incluidas en la lista de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero han recibido la autorización de uso de emergencia y se aplican ya en países como Venezuela, Irán o Vietnam.
"Esta proeza sanitaria sin precedentes en el país y que suscita admiración en otras partes del mundo se ha desarrollado en tiempo récord. Las vacunas se han convertido en orgullo nacional y los científicos y profesionales de la salud involucrados en este proceso representan héroes para el imaginario popular cubano", destacó Ileana Morales Suárez, Directora de Innovación Científica y Tecnológica del ministerio de Salud Pública presente en la sesión informativa.
"Una gran obra de humanidad y amor"
El coordinador general de la Internacional Progresista, David Adler, puso a Cuba como "ejemplo que se debe replicar" por el desarrollo nacional de sus vacunas contra el coronavirus. La isla se ha mostrado en esta pandemia "como inspiración" y promotora del "internacionalismo de la salud", indicó Adler, quien remarcó que "los países más ricos del mundo solo han entregado el 14 por ciento de las vacunas que han prometido a través del mecanismo Covax".
Cuba tiene tres vacunas contra la covid-19 que han recibido autorización del uso de emergencia de la agencia regulatoria nacional. Estas son Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus. Otros dos candidatos vacunales todavía se encuentran en fase de ensayo clínico: Soberana 01 y Mambisa. Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de la estatal BioCubaFarma, aseguró que hay razones fundamentales que explican estos resultados. Entre ellas destacó que Cuba realizó una fuerte inversión en ciencia y tecnología desde los años 80, pudiendo actualmente trabajar "en una carpeta de 101 productos biofarmacéuticos en desarrollo, de los cuales el 32 por ciento son vacunas".
Pérez Rodríguez resaltó además la "participación proactiva y consciente de la población", que ha garantizado un alto nivel de cobertura y la alta tasa de vacunación diaria. Por otra parte, la autoridad cubana valoró la "innovación organizacional" a partir de un modelo triangular concebido entre la industria, la agencia regulatoria nacional y el sistema nacional de salud.
En tanto, la doctora Morales Suárez planteó que "esta gran obra de humanidad y amor ha sido posible a pesar del criminal y recrudecido bloqueo de Estados Unidos, que representa un cerco económico atroz al que ningún país debería estar sometido". En esa línea, la funcionaria de la cartera sanitaria dijo que Cuba "ratifica que debe cesar el enfoque excluyente que impone el neoliberalismo imperante sobre la producción y adquisición de vacunas" para asegurar una distribución equitativa y solidaria.
Seguir trabajando a pesar del bloqueo
Ante una consulta de Página/12, las autoridades cubanas reconocieron que el embargo estadounidense no ha cambiado en nada luego de la asunción de Joe Biden. "Si hay un sector que afecta con crudeza el bloqueo, es el de la salud. El bloqueo se mantiene con la misma presión y el mismo nivel de impacto negativo en esta administración como en la anterior", respondió categóricamente Morales Suárez.
Por su parte, Pérez Rodríguez explicó que potencialmente Cuba tiene capacidad para producir decenas de millones de dosis de vacunas, pero esa capacidad está limitada por el embargo que ha hecho muy difícil la logística: "Debido al bloqueo los proveedores con los que teníamos incluso acuerdos de entrega, en un momento dado se retractan, no pueden hacer la entrega. No es solo el problema de la venta, el problema financiero nos ha afectado extraordinariamente".
"Muchos bancos se niegan a realizar operaciones financieras que tengan que ver con Cuba", remarcó el director de BioCubaFarma, reconociendo que en algunos casos el estado cubano debió tomar recursos que el país tenía asignados para otros tipos de productos y medicamentos.
A la espera de la aprobación de la OMS
Cuba espera que la OMS apruebe "este año" la vacuna de fabricación local Abdala para su uso de emergencia, lo que facilitaría su exportación. La falta de aprobación por parte del organismo internacional "no ha sido un freno" para que varios países hayan solicitado el uso de las vacunas de fabricación cubana pero, de lograrse el visto bueno, se garantizaría un empleo "más rápido", explicó Pérez Rodríguez.
Los representantes del complejo farmacéutico estatal cubano recalcaron que el país también presentará a la OMS en los próximos días los expedientes necesarios para la aprobación de las fórmulas Soberana 02 y Soberana Plus. Las pautas de vacunación de Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus tienen una efectividad superior al 90 por ciento, según sus fabricantes, pero estos datos no han sido contrastados por instancias externas.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), Cuba tiene vacunada con esquema completo a cerca del 88 por ciento de su población, uno de los números más altos del mundo. Mientras tanto, el 43,2 por ciento ya ha recibido la dosis de refuerzo. Desde hace algunos días la isla está volviendo a reportar más de cien casos diarios de covid-19, aunque las autoridades sanitarias dicen estar en mejores condiciones para enfrentar una nueva ola de la pandemia por el avance de la vacunación.
El modelo de la "biotecnología pública"
Pérez Rodríguez destacó que las tres vacunas cubanas ya se han exportado a Irán, Vietnam, Venezuela y Nicaragua, y además se está negociando su envío con otras 15 naciones, todas de ingresos bajos. Sobre ese punto el investigador italiano Fabrizio Chiodo expresó que "Cuba no está aquí solamente para exportar vacunas o para exportar solidaridad como siempre lo ha hecho, Cuba está aquí para exportar una alternativa para el sistema económico, y esta alternativa para el futuro es la biotecnología pública".
Luego de valorar la calidad de los profesionales cubanos, Chiodo sostuvo que a la hora de condenar la "injusticia vacunal", suele ser "mucho más fácil decir que las grandes empresas farmacéuticas son el malo de la película, pero en realidad tenemos que decir que el malo es el sistema económico, y esto es lo que Cuba ha demostrado al mundo".