En los últimos pasos de cara a un acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo empezó a dar algunas señales de las negociaciones en curso y hasta le puso plazo a las novedades respecto a los "progresos". En paralelo, se sumó otro dato de lectura política en una semana clave en la que Argentina deberá pagar un vencimiento de 730 millones de dólares: el organismo que conduce Kristalina Georgieva subió la perspectiva de crecimiento económico de Argentina para el 2022 y 2023, y lo puso como el país con mayor mejora de la región. Un alza de hasta 3 por ciento este año, contra sólo un 0,3 por ciento de Brasil, el principal socio comercial (ver aparte). 

Este dato no es menor: no sólo confirma que la recuperación del PBI del 2021 conservará un arrastre sostenido en 2022, sino que puede leerse como una confirmación de que el acuerdo estaría cerca, dado que sin ese cierre, sería complejo el panorama económico y político del país este año. Naturalmente, en el Gobierno siguen las alternativas con "mucha cautela" hasta ver los resultados. Mientras tanto, continúan los equipos del ministro de Economía, Martín Guzmán, negociando en Washington y desde Argentina, vía Zoom. Hay al menos tres reuniones diarias con técnicos del organismo. 

La encargada de referirse al caso argentino fue, esta vez, la vicedirectora gerenta del FMI, Gita Gopinath, quien expresó que "estamos trabajando muy de cerca" con el Gobierno, con un "enfoque flexible y pragmático". Estas son las condiciones, según el organismo, bajo las que se está dando la renegociación de los 45 mil millones de deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri. 

“Como saben, estamos trabajando muy de cerca con las autoridades argentinas para elaborar un programa que ayude a la gente de Argentina. Entendemos que la situación social y económica es desafiante, por lo que estamos adoptando un enfoque flexible y pragmático", dijo Gopinath, la segunda de Georgieva, durante la conferencia de prensa donde se presentó la actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales. Y agregó que "eso requerirá un programa que sea sólido y creíble y que aborde los desequilibrios que tiene el país".

La nacida en Calcuta, que reemplazó en el cargo al japonés estadounidense Geoffrey Okamoto (uno de los avales políticos al crédito a Macri dentro del FMI), agregó que  "entonces tenemos que mejorar los desequilibrios para que podamos ayudar a que los argentinos se recuperen y puedan salir de las dificultades que están enfrentando. Lo sabemos, esperamos progresar aún más en los próximos días”. 

Vencimiento y después

Estas declaraciones de Gopinath, que el Gobierno observa como de rutina mientras prefieren mantenerse expectantes con la comunicación, se dan en una semana particular. El lunes último, el presidente Alberto Fernández habló en un acto en Morón de la necesidad de que la negociación con el FMI se de sin ajuste y deje al país "crecer como queremos". Un día después, ocurrieron las declaraciones de la segunda de Georgieva, y terminará el viernes 28 de enero con un paso concreto: Argentina cumplirá con el pago de los 730 millones de dólares del vencimiento mensual de la deuda. No habrá aviso previo por parte de la Casa Rosada, como no lo hubo en los vencimientos anteriores, sino simplemente la erogación de las arcas del Banco Central (BCRA). 

Naturalmente, la plaza financiera está expectante de ese pago, que en parte explica cierta volatilidad del tipo de cambio blue la semana anterior. Pero en el Gobierno insisten que no se ha comunicado previamente el pago de ninguno de los vencimientos. En la Casa Rosada aseguran que, mientras tanto, la economía sigue confirmando una recuperación sostenida: con fuerte predominio industrial, el Indicador de Actividad Económica del INDEC reportó un alza de 1,7 por ciento en noviembre y acumuló 11 meses creciendo por encima de los 10 puntos. Eso da la pauta, según el Gobierno, de ser la mejor señal para el FMI de que Argentina será un buen pagador sin necesidad de ajustar. 

En paralelo a las gestiones técnicas, en Estados Unidos sigue la negociación política con Estados Unidos, el dueño del FMI, el que prestó políticamente a Macri y el que debe destrabar ese mismo crédito. El lunes, el Presidente Fernández le tomó las credenciales a Marc Stanley, flamante embajador estadounidense en el país. Stanley estuvo hace unos días participando de las reuniones del canciller Santiago Cafiero y el secretario de Estado de Joe Biden, Antony Blinken. Antes de eso, estuvo en una charla con su par argentino en Washington, Jorge Arguello. 

Asimismo, en breve Fernández viajará junto a intendentes y gobernadores a una gira por China y Rusia, las otras do potencias globales con las que el Gobierno busca mostrar su histórico anhelo de multilateralismo. Fuentes del FMI en lo Estados Unidos, consultadas por este diario, aseguraron que más allá de la pirotecnia mediática en torno a esa visita, no se pone en tensión la negociación con el accionista mayoritario por visitas de este estilo. Además, el periplo oriental del Gobierno de Fernández está estrechamente vinculado con inversiones no especulativas en la Argentina, algo que el país precisa para que el crecimiento no se quede en rebote.