La historia del Abierto de Australia tiene su origen en 1905. El 17 de noviembre de aquel año, en el Warehouseman's Cricket Ground de Melbourne, comenzó la primera edición del Campeonato de Australasia, como se lo denominaba por entonces. El campeón fue Rodney Health, quien venciera en la final a Arthur Curtis por 4-6, 6-3, 6-4 y 6-4.
Cuadro femenino del Abierto de Australia
Aunque resulte llamativo, recién 17 años después el torneo contó con la rama de mujeres. Los Campeonatos Intercoloniales de tenis del Estado de Victoria ya las incluían en los certámenes desde 1886, pero el Campeonato de Australasia no tuvo versión femenina hasta 1922.
La explicación es dirigencial: hubo un acuerdo entre los estados australianos y la Federación de Nueva Zelanda, que organizaban los Campeonatos Intercoloniales, para mantener a las mujeres bajo ese paraguas y no dentro de la Federación de Australasia. En 1922, por el contrario, las diferentes ramas quedaron incluidas en la misma estructura.
Hasta ese momento sólo había dos jugadoras australianas que habían actuado en torneos de Grand Slam: Marion Lilian Addison, que había alcanzado la segunda ronda de Wimbledon en 1919, y Sylvia Lance, quien llegara a la misma instancia, también en Inglaterra, en 1920.
En 1922, entonces, en el White City Stadium de Sidney, se llevó a cabo la primera edición integral con todas las modalidades: singles femenino-masculino, dobles femenino-masculino y dobles mixto. Entre un total de 17 jugadoras, todas australianas, la primera campeona de singles fue Maud Margaret Mutch Molesworth.
Nacida en Brisbane, en 1894, Molesworth había aprendido a jugar al tenis con su padre. Cuando cumplió 20 años, en 1914, ya era una de las tenistas más destacadas de Australia y la protagonista de un mito: fue la primera jugadora que le pegaba más fuerte a la pelota que los varones.
Ocho años más tarde, como primera preclasificada en la edición inaugural, jugada en noviembre, Molesworth no defraudó. Dueña de un juego variado que le permitía impactar golpes con distintos efectos, apiló a todas las rivales incluso en la final, instancia en la que se impuso 6-3 y 10-8 ante Esna Boyd, luego finalista en seis ediciones y campeona en 1927. Al año siguiente el torneo tuvo lugar en agosto, en el césped del Milton Courts de Brisbane, con doce jugadoras australianas. La primera campeona defendió su título contra la misma rival: de nuevo le ganó a Esna Boyd, esta vez por 6-1 y 7-5.
Cuándo comenzó a llamarse Abierto de Australia
Recién en 1969, el primer año desde el origen de la Era Abierta (1968), el torneo pasó a llamarse Abierto de Australia, con la integración de los tenistas profesionales. Esas primeras ediciones se hicieron en distintas sedes hasta que en 1972 se tomó la decisión de que el torneo quedara establecido en el Kooyong Stadium, al sureste de Melbourne. Desde 1973 hubo siete campeonas fueron australianas: Margareth Smith (1973), Evonne Goolagong (1974, 1975, 1976 y la edición de diciembre de 1977), Kerry Melvillec (1ª de 1977) y Chris O'Neil (1978). La seguidilla contrasta con la sequía: desde 1978 no hay campeonas locales en Australia. La última que llegó a la final fue Wendy Turnbull en 1980 -cayó en sets corridos contra la checa Hana Mandlíková-.
Cambio de superficie
En 1988 quedaron enterradas la fecha de diciembre y el pasto como superficie: desde entonces el torneo se juega en Melbourne Park, sobre las canchas duras que se conocen en el presente. En pocas palabras: ninguna jugadora australiana consiguió coronarse en las condiciones actuales, las que llevaron al torneo a otra dimensión.
Ashleigh Barty
Ashleigh Barty, la fabulosa número uno del mundo que parece ganar partidos sin inmutarse, está llamada a tomar el doble legado: consagrarse en la edición centenario y recuperar el trono que ocupó 44 años atrás Chris O'Neil, la primera mujer de la Era Abierta que ganaba en Australia sin ser favorita (111ª).
Nacida hace 25 años en Ipswich, en el Estado de Queensland, Barty ya fue semifinalista en la edición de 2020, justo antes de la pandemia. En aquella edición perdió en dos sets contra la estadounidense Sofia Kenin.
Esta vez, sin embargo, Barty parece imparable. Para llegar a la final, hasta el momento ganó sus seis partidos sin ceder parciales: superó de manera sucesiva a la ucraniana Lesia Tsurenko (119ª); a las italianas Lucia Bronzetti (142ª) y Camila Georgi (33ª); a las estadounidenses Amanda Anisimova (60ª) y Jesica Pegula (21ª). Madison Keys, otra estadounidense, fue su rival de este jueves en las semifinales y tampoco pudo hace mucho: fue 6-1 y 6-3 en una hora y dos minutos. Campeona en Roland Garros 2019 y Wimbledon 2021, ahora Barty tiene por delante el desafío de cumplir un mandato histórico en su tierra.