Desde Londres
En vísperas de la publicación del informe que puede decidir la suerte de Boris Johnson al frente del gobierno británico, el primer ministro y el líder de la oposición, Keir Starmer, se enfrentaron en el tradicional PMQ (Prime Minister Question Time) de todos los miércoles al mediodía. En estas sesiones el líder de la oposición pregunta durante unos 15 minutos al Primer Ministro sobre cualquier tema nacional o internacional (las Malvinas lo fue en su momento). El evento está presidido por un Speaker que arbitra para que los intercambios respeten las reglas de juego parlamentarias y que en caso extremos puede echar de las sesiones a un disputado díscolo. El evento se sigue en vivo y en directo por la TV, la radio y los portales de los principales diarios y tiene un paisaje teatral. Está el escenario mismo –la Cámara- , el rol de los espectadores directos de este duelo –los diputados–, los turnos de cada uno para hablar y de qué manera: el que hace uso de la palabra autorizado por el Speaker se pone de pie y su contrincante lo escucha sentado. Cuando termina de hablar inmediatamente se sienta y su rival se para mientras los espectadores directos –los diputados– permanecen sentados. Los intercambios son sintéticos. No son discursos: son pregunta y respuesta. No duran más de dos o tres minutos.
En cuanto al contenido, este miércoles no podía ser otro que el escándalo de las fiestas y si el primer ministro había mentido en la acepción amplia que tiene el término mislead (mentir, engañar deliberadamente, decir verdades a medias para confundir, etc) sea a la sociedad, a los medios y, sobre todo -materia de renuncia casi automática- al Parlamento. Con una investigación a punto de revelar sus resultados, con otra de la policía anunciada el miércoles de consecuencias todavía más dramáticas, Johnson intentó escaparse por las ramas mientras Starmer lo trataba de arrinconar sobre si iba a renunciar o no. Pero más que contar de forma indirecta, este cronista reproducirá traducidas sus palabras con unos pocos paréntesis para contextualizar.
Un par de aclaraciones sobre el recinto. No tiene forma de hemiciclo: las bancadas oficialista y opositora están enfrentadas y durante el debate intervienen como hinchada: alientan, ovacionan, abuchean, se ríen o señalan con el índice a los rivales. A pesar de esta atmósfera futbolera, la confrontación –sobre todo la de ayer o la de los debates con grandes temas del día- sintetiza con admirable precisión lo que está en juego y ayer no fue una excepción. Johnson será BJ en el diálogo y Starmer, líder de la oposición laborista, será KS. Así comenzó la cosa:
KS: (…comienza agradeciendo al Mr. Speaker que le den paso a dirigirse al primer ministro….) Thank you, Mr. Speaker. El código de ministros dice que deben renunciar a sus cargos los ministros que a sabiendas engañan (….mislead….) al Parlamento. ¿Piensa el primer ministro que este código se aplica también a él?
BJ: (dirigiéndose primero al Speaker, como hará con frecuencia durante el debate y luego a Keir Starmer) Mister Speaker, of course. Pero déjeme decirle a toda la Cámara que lo que me está pidiendo es que yo haga un comentario sobre una investigación en curso algo que, como usted sabe, Mr. Speaker, yo no puedo hacer porque está prohibido por ley. Y esta regla básica él (….Johnson señala con el dedo a Starmer… ) como abogado debería conocerla más que nadie. Por lo tanto voy a seguir con lo que he hecho y es mi tarea, seguir creando la más rápida recuperación económica de Europa en tiempos de covid, suministrar la más rápida tercera dosis de vacunación y seguir una política económica que ha dado trabajo a muchísima más gente que antes. Y además mañana lanzaremos un fantástico programa para que medio millón de personas que cobran el paro, tengan un trabajo (…ovación de la bancada conservadora para un primer ministro que trata obviamente de desviar el foco del escándalo y ponerlo en sus presuntos logros a nivel gubernamental, lanzando de paso un anuncio que tape un poco más la crisis…)
KS: (….el líder de la oposición empieza a responder cuando cae la ola del griterío de la bancada conservadora. Con típica ironía inglesa apunta al intento de desviar el foco de la pregunta hacia otro tema….) Supongo entonces que el primer ministro dijo que piensa que el código parlamentario se aplica a él y por lo tanto debe renunciar. El 1 de diciembre el primer ministro le dijo a esta Cámara de los Comunes en relación a las fiestas que todos los protocolos se habían cumplido. El 8 de diciembre el primer ministro le dijo a esta Cámara que a él le habían asegurado en repetidas ocasiones desde que se formularon estas denuncias de que no había habido ninguna fiesta. Esto es crucial. Lo dijo. Dado que él mismo cree que el código de conducta parlamentaria se aplica a su puesto, ¿va a renunciar? (….ovación de la bancada laborista que se mezcla con gritos más débiles de protesta de los conservadores).
BJ: No, Mr Speaker (es decir, no voy a renunciar) pero dado que él preguntó sobre las restricciones durante la covid, permítanme recordarle a esta Cámara y al país que él ha sido constantemente oportunista, cambiando de posición sobre la pandemia. Nos hubiera encerrado en el verano y Navidad y fue gracias a que no escuchamos a este Captain hindsihgt (Hindsight: mirada o comprensión restrospectiva, el que opina con el diario de los lunes) que tenemos la economía con más crecimiento del G7, Mr.Speaker, and we have all the calls right (y hemos tomado bien todas las decisiones que había que tomar) (ovación bancada conservadora)
KS: Pensar que ha dicho hindsight y en su momento no se dio cuenta ni siquiera que estaba en una fiesta (risas de la bancada laborista por esta alusión a lo que Johnson dijo en el Parlamento hace dos semanas: que había pensado que la fiesta en el jardín de 10 Downing Street “era una reunión de trabajo”). Por lo tanto déjenme aclarar y deletrear la significación e importancia de lo que pasó ayer. Y no griten (le dice a la bancada conservadora) que les va a tocar defender este argumento absurdo del primer ministro. Sue Gray le pasó a la policía la información de lo sucedido porque es un potencial delito concreto, un asunto (no solo político sino) policial. Primer ministro si usted no entiende la significación de lo que pasó ayer sería desesperante porque la policía al ver el material lo sometió a un test para determinar si podía constituir una de las más flagrantes violaciones de las reglas de confinamiento durante la pandemia. La policía dejó en claro que hubo una violación de las reglas y que los que la cometieron eran conscientes de que era un delito y que no había ninguna justificación… (griterío de la bancada conservadora contra lo que dice Starmer e intervención del speaker para poner orden en la sala con una nueva ironía inglesa)
Speaker: Si los diputados conservadores no quieren oír lo que dice el líder laborista, por favor váyanse de la Cámara. Les sorprenderá mucho pero los que los eligieron a ustedes están muy interesados en escuchar lo que se dice. Please Mr Starmer.
KS: (continúa donde había dejado) La policía deletreó la gravedad del material que le habían pasado. ¿No entiende el primer ministro el daño que está causando al país y el descreimiento de la política que está generando?
BJ: Mr. Speaker, aunque el tema que este Right Honorable Gentlemen está abordando es importante, debería saber, como abogado que es, que no puedo comentar sobre esto. Pero lo que sí puedo decirle es que en el gabinete estamos hablando del tema más grave que enfrenta la nación y el mundo. Parece que él ignorara que hay una crisis en la frontera de Ucrania. Y este gobierno está unificando a todo occidente para que acuerde las medidas más duras posibles para evitar que el presidente Putin lance una catastrófica invasión. Esto es lo que el gobierno está haciendo. Él, como líder de la oposición, debería tener más altura. (nuevo griterío, nueva intervención del Mr.Speaker)
Speaker: Todos tienen que parar con este griterío porque el electorado quiere escuchar y entender qué es lo que está pasando. So please, démosle a los electores el respeto que ellos se merecen. No me gustaría hacerlo, pero el próximo que interrumpa, se va del debate.
KS: Mr. Speaker, este es el primer ministro que se escondió durante cinco días para no decir nada sobre las alegaciones del escándalo. Y ahora no quiere confirmar si se va a publicar todo el informe o solo sus conclusiones.
Una pausa y conclusión
Interrumpamos acá, aproximadamente en el minuto 8 del duelo entre el primer ministro y el líder de la oposición que se puede escuchar completo en YouTube. En los seis minutos siguientes se reiteran a trazo grueso los mismos temas y acusaciones, sumándoles detalles y pruebas y, por supuesto griterío. El ambiente sigue siendo esa mezcla de teatro shakespereano de la época del “The Globe” con los diputados en el papel de belicosa y participativa audiencia, con tonos de turbulenta, pero solemne y educada escuela inglesa, con el director (el Speaker) encargado de poner orden. Y si bien puede, gracias al humor inglés, parecer una comedia, es un capítulo crucial y trágico en el contexto de la pandemia de lo que puede ser el principio del fin del gobierno de Boris Johnson.
El informe Gray se presenta este jueves. Si es lapidario, se pondrá en marcha el segundo acto del desenlace político. El presidente del comité 1922 (diputados oficialistas sin cargo gubernamental), Graham Brady, debería recibir un total de 54 cartas de los MP en la que expresan que ya no tienen confianza en Johnson como líder partidario. Con este número se abre una primera ronda electoral interna conservadora en que más de la mitad más uno de lo diputados (unos 180) tendrán que dar su apoyo a Johnson si quiere mantenerse en el caro. Si no consigue este apoyo (y hoy parece bastante difícil que lo consiga), se hará a un lado esperando que en las siguientes rondas electorales internas los diputados conservadores elijan un líder entre los distintos candidatos. Una vez elegido, este líder se convertirá automáticamente en primer ministro.
Todo el proceso dura tres semanas a lo máximo. Así fue con Margaret Thatcher y Theresa May: el varón Boris Johnson no tendrá coronita, no será la excepción.
A la memoria de mi medio hermano Juan Florencio Justo y de mi cuñado Guillermo Núñez fallecidos este aciago enero.