El final de la pandemia parece una utopía, aunque los expertos ven en la variante ómicron una puerta de salida. Es por eso, que pese a tener el número máximo de contagios en las últimas 24 horas en el país, Dinamarca ha anunciado la eliminación de todas las restricciones provocadas por el coronavirus, convirtiéndose en uno de los primeros países en hacerlo.
Con más de 47.000 casos en las últimas 24 horas, el país danés ha anunciado la supresión de las pocas restricciones que mantenían tras la llegada de ómicron como el uso de la mascarilla en exteriores, las limitaciones en la vida cultural y social y el cierre de las discotecas. Con ello, la covid-19 dejará de ser una enfermedad "crítica" para la sociedad.
"Le damos la bienvenida a la vida que teníamos antes"
Esta decisión ha sido consultada y cuenta con el aval del grupo de científicos que asesora al Gobierno danés. La primera ministra, Mette Frederiksen, volvió a dar la bienvenida a la "vieja normalidad": "Estamos listos para salir de la sombra del coronavirus, decimos adiós a las restricciones y le damos la bienvenida a la vida que teníamos antes. La pandemia sigue, pero hemos pasado la etapa crítica".
Frederiksen también ha apuntado que pese a las actuales tasas de contagio hay que fijarse en otros datos como las hospitalizaciones. Las autoridades sanitarias han explicado que entre un 30% y un 40% de los ingresados son pacientes que se han contagiado después de estar hospitalizados.
Dinamarca se convirtió en uno de los primeros países en Europa en eliminar todas las restricciones el pasado 10 de septiembre. Sin embargo, la llegada de la nueva variante provocó que volvieran, pero como se ha visto, de forma puntual.
El país presenta uno de los de los índices de mortalidad más bajos de Europa, con 62,59 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que países como España, Portugal o Francia.
Especial de Público, de España, para Página/12