La Procelac denunció a la plataforma web de inversiones financieras EmpireOption.com por el delito de captación de ahorros del público en el mercado de valores no autorizada, agravada por el uso de medios masivos de comunicación. La firma acusada no propone comprar acciones de grandes empresas o bonos de la deuda externa, sino que la oferta excluyente en el sitio son las “opciones binarias”. Para eso no hace falta adquirir ningún activo financiero, lo que deben hacer los inversores es predecir si, en determinado lapso de tiempo, el precio de un papel, título, commodity o divisa será mayor o menor a un determinado valor. La opción puede ser tan sencilla como jugarse a que las acciones de YPF estén por encima de los 392 pesos a las 12.25 de la mañana del viernes. Solo hay dos resultados posibles. Si el pronóstico se valida, el apostador recibe una ganancia preestablecida por el sistema y cuando falla pierde todo. Las plataformas de opciones binarias operan en un segmento prácticamente desregulado del sistema financiero y acumulan denuncias de fraude alrededor del mundo. “La oferta al público de opciones requiere la autorización previa de la Comisión Nacional de Valores. Su realización sin haber cumplido con ese requisito es un delito”, advirtió la Procelac.

 Las “opciones binarias” prometen ganar fácil y rápido grandes sumas de dinero. “Millonario de opciones binarias toma el control de las costas de la ciudad de Mar del Plata con una extravagante fiesta en un yate de 30 millones de dólares estadounidenses”, sostiene la propaganda disfrazada de noticia que EmpireOption difundió en las redes para captar clientes. El nombre del excéntrico dueño de la embarcación es “Todo de Oro”, a quien el texto promocional presenta como “una persona normal, que era un estudiante pasante en contabilidad hace 4 años, y ganó millones operando con opciones binarias por sí mismo”. No hay fotos de “Toro de Oro”, sólo imágenes de modelos, fiestas y relojes de lujo. En ninguna se vislumbran rastros del puerto de Mar del Plata. 

 Para operar, primero hay que crear un usuario y adquirir una cuenta. La más económica requiere 200 pesos y la más costosa tiene un valor de 30.000 pesos. Abierto el perfil, sólo resta realizar el depósito de los fondos que se van a apostar. La empresa acepta transferencias bancarias, depósitos en redes de cobranzas y pagos en dólares con tarjeta de débito y crédito, entre otras modalidades. El monto mínimo a invertir para los argentinos es de 3751 pesos, y, si se trata de dólares, la base es de 200. 

 La lógica de la apuesta es siempre la misma, pero existen distintas modalidades de tiempo que prometen distintos márgenes de ganancia. Una de las opciones más arriesgadas es apostar contra la cotización de un activo al término de los próximos 30, 60 o 120 segundos. Las apuestas son sencillas pero el sistema utilizado es engañoso. EmpireOption advierte que “la negociación de opciones digitales implica ciertos riesgos de pérdida parcial o total de los fondos”. La firma explica en su sitio web que “los precios de negociación que se muestran en la plataforma de EmpireOption son precios indicativos a los cuales la empresa está dispuesta a vender las opciones y pueden no ser la cotizaciones del mercado en tiempo real o los precios que se cotizan en el punto de venta”. De esa forma, el valor utilizado para determinar si un inversor ganó o perdió no será el de mercado, sino el que asigne el sistema utilizado por la plataforma. Las diferencias pueden ser mínimas, pero suficientes para garantizar que la banca siga ganando.

La denuncia de los fiscales sostiene que el instrumento ofrecido por EmpireOption es, en los hechos, un “contrato de derivado” cuya oferta pública debe estar autorizada por la Comisión Nacional de Valores, un permiso del que la plataforma digital carece. La presentación judicial apunta contra la empresa uruguaya Riverjor SA y sus directivos, pero también cuestiona el rol de la firma de cobro argentina Webpay. Distintas plataformas digitales similares fueron denunciadas alrededor del mundo por realizar maniobras fraudulentas contra sus inversores. Los organismos reguladores del mercado de capitales en Estados Unidos, España y Colombia advierten sobre los riesgos y fraudes asociados a ese tipo de inversiones.