“Tenemos seis meses de nacimiento, porque lo primero que sacamos fue el single Elefante, en junio, y obviamente nadie nos iba a llamar para hacer una sesión en vivo, pero queríamos hacerlo, así que dijimos ‘vamos nosotros’”, cuenta Rulix, el baterista de Revistas, quinteto de Zona Sur que está estrenando el Drama Live Session, producido, grabado y mezclado por Ignacio Castillo en La Casona Estudio.
Pensaron con quiénes contaban para hacerlo y, entre todos los amigos y amigas involucrados desde lo que sabían hacer, lo armaron. Colgaron los telones, pusieron las luces, un buen sonido y, después de tres pasadas, buscaron las mejores tomas. Así quedó lista la sesión en vivo de casi media hora. La duración perfecta.
Estrenado el 12 de enero, incluye los siete tracks del disco debut Drama, editado en noviembre del año pasado. Las canciones podrían formularse dentro del pop, son gancheras y sólidas. Con guitarras y sintetizadores protagonistas, las letras cuentan historias y se van hilvanando en un orden natural con alguna palabra en común, algún color, un sintagma que pareciera un detalle puesto ahí.
“Si repasamos tema por tema, creo que va teniendo eso: tristeza, enojo y frustración”, dice Rulix. Xav, guitarrista y tecladista, agrega que siempre hay uno de esos ingredientes en todos los temas y que funciona como un como un hilo conductor. “Estamos utilizando todos los recursos que hay para poder expresarnos, mostrar y decir, y que la música sea el medio”, dice Linyera Zine, cantante y bajista, respecto de los contenidos, no sólo de las letras de las canciones, sino también de lo visual que se comunica en redes.
“En ese plan también surge la idea de hacer una sesión, para poder generar contenido que describa a toda la obra”, cuenta el cantante. Y el contenido, justamente, es lo que hace sólida a la banda. Audio y ritmo les sobra. La cuestión es cómo llevar adelante un conjunto de imágenes que sean verosímiles pero que además sean ciertas. Sin buscar respuestas, Revistas expone ribetes de realidad que las redes sociales enmascaran.
► Visibilizar
Se pronuncia, entonces, la calle como una inspiración; aparecen los medios de transporte como lugares donde la vida transcurre. “Esas preguntas que nos hizo la calle son las mismas preguntas que nosotros compartimos en el disco. No estamos respondiendo nada, simplemente estamos compartiendo las mismas preguntas, tratando de visibilizar algunas cuestiones”, dice Xav.
“Creo que hay un punto clave entre la gente de capital y la del conurbano, y es que hay una hora de viaje durante la mayor parte de su vida, y los mejores lugares donde uno puede escuchar el disco, es viajando. Es una devolución que nos han dado”, cuenta Linyera.
El track que inicia el álbum, Drama, se extrae de una escena en Villa Soldati de unos chicos que están consumiendo paco. Pelea, del encuentro fortuito de Rulix con un homeless que resultó ser un boxeador argentino que por poco no fue campeón. Elefante, de la estafa que fue el edificio de Villa Lugano. Loop, una canción de amor, una confesión que da aire a la otra persona, en el caso de que no sienta lo mismo.
La observación de la calle se traduce en canciones. Y cuando se juntan, surgen las rondas de video. Van eligiendo qué mirar, y van a apareciendo bandas que descubren gracias a la magia de YouTube y a los algoritmos de Spotify. My Bloody Valentine y Cocteau Twins aparecieron así y ahora representan un lugar donde ir a buscar la creación. También nombran a C. Tangana con el disco El Madrileño y su Tiny Desk: “una ranchada de quince personas en una mesa”.
“Esto es algo que nos empezó para pasar en el proceso del disco, empezar a prestar atención a la producción en otros géneros, lo que también se terminó plasmando en arreglitos, detalles de teclados, de violitas, a los que antes no les prestábamos atención. Valoramos lo que hace C. Tangana. Creo que es un signo de una madurez auditiva, porque de pendejos no nos pasaba eso”, dice Linyera. Para hacer la sesión en vivo, miraron mucho las KEXP Sessions, La Blogothèque, y especialmente una sesión que les encanta de Parcels, una banda francesa que grabó en Berlín.
Entre la nostalgia de las revistas, la literatura de música y los videos de YouTube fueron armando el imaginario de la banda, que completa sus filas con Monastera en sintetizadores y Apuradísimo en guitarra. Las ganas, la madurez y el convencimiento hicieron que la tristeza, el enojo y la frustración cupieran en un sonido potente y amigable, capaces de ser leídos por quienes les escuchan.