La medida publicitaria de Javier Milei tras su llegada a la Cámara de Diputados de la Nación, de sortear su dieta entre sus seguidores de redes sociales, rápidamente tuvo sus adeptos en Salta. El primero en copiar la idea fue el diputado por Rosario de la Frontera, Gustavo Orozco.

El ex policía multiprocesado ofreció, sin embargo, un presupuesto devaluado de $30.000 por mes y no la totalidad de su salario, como hizo el legislador nacional. Pero días después llegó el turno del concejal de Tartagal Nicolás Arce, que anunció que donará sus 24 dietas para los pacientes oncológicos del Hospital Juan Domingo Perón.

Al igual que Milei, este edil, que llegó de la mano del oficialismo provincial, es la primera vez que ocupa un cargo electivo y declaró que “la política no debe usarse para asegurarse un sueldo”. Desde su banca, criticó a sus pares del Concejo Deliberante erigiéndose como el ejemplo a seguir. “El que quiera un sueldo que se busque un trabajo”, disparó quien se desempeña en una conocida empresa del norte provincial. Y haciendo honor a la frase que patentó Cambiemos, la “meritocracia”, aseguró que “para ganar más, tengo que trabajar el doble”.

La aparición de estos discursos, que pretenden deslegitimar el trabajo que realizan quienes arribaron a un cargo público, fue analizado por la analista política Luciana Módica como un discurso falaz, “ya que pregonan la antipolítica, pero hacen profundamente política”, “es solo una actitud, una postura, pero peligrosa para la democracia”, subrayó.

Para la especialista, esos discursos erosionan la institucionalidad del Estado, “porque muchas veces rozan, para ser sutil, lo antidemocrático, incluso aceptando el juego, porque lo hacen disputando un proceso electoral”. Pero además sumó otro peligro, el de la “profesionalización” de la política, con una mirada clasista en donde solo algunos, que “ya están salvados” pueden acceder a los cargos de poder”.

“Yo quiero dirigentes políticos que vivan de sus sueldos, como quiero maestros o médicos que también lo hagan, porque si un dirigente político no vive de su sueldos, me tengo que preguntar de qué vive”, sostuvo. Y agregó que “al parecer hay que hacer caridad” porque sería devolver al pueblo lo que “el Estado malo e ineficiente les quitó”.

Pero insistió con que es “un recurso” demagógico que utilizan esos sectores de la antipolítica, “un poco de pan y circo”. De esa manera “cualquier acción social de distribución de recursos se convierte en un modo de hacer política”, generando un vaciamiento de la misma como una herramienta para transformar la realidad. “Se posicionan en una desideologización de la política pero parados desde un lugar muy claro, que es el de su ideología de derecha odiando a la política tradicional”, detalló.

Por último, utilizó una frase de otro politólogo, Andrés Malamud, para describir a esos políticos que llegan representando a empresas y con todas sus necesidades satisfechas con ese discurso antipolítico, y dijo que “tiene que ver más con un hartazgo de los incluidos, que por una rebelión de los excluidos”. “Los que ya están dentro del sistema y que no necesitan de ese sueldo, porque se beneficiaron históricamente del Estado, son justamente los que reproducen esos discursos, que además son amplificados por los medios de comunicación”, concluyó.

Para el integrante del Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta (FOCIS), Luis García Vidal, en esos actos de Milei y compañía “hay un doble aspecto a considerar”. El primero es que para que cualquier ciudadano pueda acceder a un cargo público “sea por elecciones o por designación, su trabajo debe ser retribuido, porque es lo que permite el acceso de cualquiera y no solo de aquellos que ya tienen su patrimonio asegurado para vivir sin trabajar”.

En segundo lugar resaltó que “estos personajes como Milei y Orozco” trivializan la política de una manera “un tanto payasesca”. “Si critican al sistema tienen que hacerlo para mejorarlo, pero esto de hacer sorteos es para empeorarlo”, sentenció el ex miembro del Consejo del Colegio de Abogados e integrante del Jury de Enjuiciamiento de Magistrados por el Senado de la Provincia.

No obstante ello, García Vidal reconoció que los órganos legislativos “están bastante desprestigiados” y hacen poco para modificar esa imagen con su labor cotidiana, “en la Legislatura de Salta existen 83 legisladores, y todavía hay leyes de la dictadura militar que no han sido revisadas, entonces esto le da la pauta de que no se trabaja nada bien”, afirmó. Sin embargo, aseguró que no son justamente ni Milei ni Orozco el ejemplo contrario y mucho menos “haciendo esas payasadas, cuando lo que tienen que hacer es ponerse a trabajar, para lo demás ya está Marcelo Tinelli”.

Un sueldo acorde al del pueblo

El Partido Obrero siempre propuso que todos los que lleguen a ocupar cargos electivos cobren el sueldo equivalente al de un docente. Así lo hicieron tanto Pablo López cuando llegó a ser diputado nacional, como Claudio del Plá a nivel provincial.

Éste último, en diálogo con Salta/12, explicó que siempre defendieron que la representación pública no puede constituir un privilegio para el ascenso social, y por eso “debe vivir con el salario de un trabajador calificado”. Mientras el resto de los ingresos que percibían, eran aportados a la tarea social que lleva adelante su partido. Aunque aclaró que presentaron más de un proyecto para que esa sea la norma en todas las legislaturas, “para que el que es electo no se despegue del resto de la población cobrando algo así como 10 salarios mínimos”.

Sin embargo, se apartó de quienes reniegan del sueldo, “no queremos una élite en el poder”, indicó, y aseguró que esos sectores representan “lo peor del régimen político gobernante”, que tienen ingresos que están por encima de la media “y viven de sueldos de las compañías multinacionales que son las que efectivamente ejercen el poder”.

Asoció la actitud de Milei a “una maniobra despreciable”, “se trata de la demagogia de alguien que respalda a (Domingo) Cavallo, y apoya los mayores procesos de confiscación del pueblo argentino”, expresó.

Para el ex diputado provincial, el congresal representa a la “casta política aunque se presente como lo contrario. Y sobre Orozco dijo que es “una cría de Alfredo Olmedo, que es otro de los que representan al poder”. A los dos, como a Mauricio Macri, los calificó como empresarios que vivieron históricamente de los negocios que hicieron con el Estado, “como Olmedo, que hizo su fortuna explotando tierras públicas cedidas por el romerismo”. “Son lo más parasitario que hay, Milei fue asesor de Antonio Bussi (represor, ex interventor de facto de Tucumán) y defiende a Cavallo, son lo peor del sistema y se presentan como antisistema”, disparó.

Y aseveró “que un representante del pueblo tenga un ingreso es una condición para que un trabajador pueda llegar a serlo, si no estaríamos estableciendo la idea de la élite que puede dejar de trabajar porque sigue percibiendo ingresos para vivir”.