Elisa Carrió redobló la presión sobre el presidente Mauricio Macri. Luego de afirmar que la segunda de la AFI, Silvia Majdalani, la espía, reclamó su destitución. “Estoy esperando la decisión presidencial, se lo comuniqué al jefe de Gabinete el lunes”, indicó la líder de la Coalición Cívica. Desde el Gobierno negaron cualquier vinculación de la AFI con un espionaje a Carrió. Además del ministro de Justicia, Germán Garavano, la propia central de inteligencia emitió un comunicado en el que indicó que hará una investigación interna. La renuncia de Majdalani no aparece en ningún escenario cercano, pese al reclamo de la principal candidata de lo oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires.
En su raid de esta semana, Carrió afirmó que el Gobierno y la oposición protegen al ex ministro de Planificación Julio de Vido, sugirió una relación con Franco Macri, y acusó nuevamente a Majdalani y a una serie de jueces federales y al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, de conspirar en contra de ella, espiarla y armarle causas judiciales. Sostuvo que es “objeto de espionaje permanente”. Ayer volvió a reclamar una respuesta de Macri sobre la continuidad de la Señora Ocho: “Pido su destitución. Estoy esperando la decisión presidencial, se lo comuniqué al jefe de Gabinete el lunes”, remarcó. Por si quedaban dudas, agregó: “No sé qué voy a hacer si la sigue sosteniendo. El Presidente tiene que decidir a quién defiende”. En Balcarce 50 indicaron a este diario que, de momento, Majdalani sigue en el cargo. Y no hay demasiadas perspectivas de que sea removida en el corto plazo.
Lo que sí hicieron es emitir un comunicado de la AFI, en el que la agencia de inteligencia aseguró que todos allí tienen una “profunda preocupación”
por lo denunciado por Carrió.”Se intenta involucrar a personal de este organismo. Por este motivo, la Agencia ordenó las actuaciones administrativas correspondientes para determinar si miembros de esta institución están relacionados o no con los hechos violatorios de la Ley 25.520 y sus modificatorias descriptos en los artículos de prensa”, indicaron. Por supuesto, no habrá forma de comprobar los resultados de ese sumario, pese a que en comunicado de la agencia que dirige Gustavo Arribas indican que “la Agencia mantiene una sólida posición presentándose ante la Justicia para radicar las denuncias correspondientes y colaborar en la erradicación de estructuras de inteligencia paralelas”.
El otro funcionario que debió salir, una vez más, a responderle a Carrió fue Garavano, sobre el que la líder de la Coalición Cívica dijo que tenía “un problema cerebral grave”. Haciendo un esfuerzo zen, por tercera vez consecutiva Garavano comentó las acusaciones de Carrió: “No creo que haya por parte de la inteligencia estatal ningún tipo de persecución ni seguimiento a nadie, porque además si así fuera sería un grave delito”, indicó. “De ninguna manera debiera la agencia estar siguiendo, ni haciendo operaciones contra nadie en la Argentina y, si así fuera, se tendría que investigar”, remarcó.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se mostró conciliador con la aliada oficial: “Compartimos con Carrió la necesidad de que Odebrecht diga lo que sabe”. En tanto, el jefe del bloque de Cambiemos, el radical Mario Negri, se solidarizó con Carrió y aseguró que “lo que hemos conocido a través de los medios periodísticos nos conduce no solamente a expresar el repudio sino también a exigir se extremen las medidas que permitan esclarecer quiénes son los responsables de estas repudiables acciones”, afirmó Negri, en referencia a un supuesto parte de inteligencia en el que se le habrían hecho seguimientos a Carrió en Paraguay mientras la diputada se reunía con servicios de inteligencia de ese país.
Tras reclamar la destitución de Majdalani, Carrió desmintió que vaya a irse del oficialismo: “Soy socia y parte del gobierno de Cambiemos y mi relación con Mauricio Macri es excelente. La relación con el Presidente y con el Gobierno es la más sincera que haya tenido jamás en algún espacio político”, aseguró. “De ninguna manera hay razones para romper esta coalición”, afirmó. No obstante, el pedido de destitución sigue vigente y la situación podría escalar si Majdalani finalmente decide querellarla a Carrió por calumnias.