El aumento de casos de la Covid-19 en Argentina durante las últimas semanas viene mostrando el avance de una tercera ola, dónde se combina la circulación comunitaria de la cepa Delta y de la variante Ómicron de fuerte contagiosidad. Un escenario de pandemia “intermitente”, como resalta Boaventura De Sousa Santos, se consolida a nivel global en un marco de evidente desigualdad entre países por el acceso a las vacunas y la aplicación de refuerzos. La ausencia de una estrategia planetaria de vacunación masiva, la inequidad entre naciones, el peso de los antivacunas (con más de un tercio de la población europea y estadounidense sin un esquema completo) y el predominio del lobby de las grandes farmacéuticas para conservar las patentes de vacunas y los tratamientos contra la Covid-19, determinan un panorama social y sanitario problemático. Los últimos resultados generados en la investigación “Prevención y monitoreo de la Covid-19 en municipios del Conurbano Bonaerense desde una perspectiva multidimensional” permiten identificar diversos ejes problemáticos y lineamientos para la acción.
El contexto argentino en particular evidencia una cobertura de vacunación significativa, igual o mejor que en países centrales, además de la aplicación de terceras dosis y la instrumentación gradual del pase sanitario. El incremento exponencial de casos que superó la barrera de los 100 mil diarios obliga sin dudas a avanzar sobre los esquemas de vacunación incompletos, aplicar los refuerzos de dosis necesarios y promover cada vez más medidas de cuidado junto al monitoreo permanente de ocupación de camas de terapia intensiva. Estas medidas resultan centrales para permitir la continuidad de la mayor parte de las actividades sociales y económicas.
El panorama laboral y social continúa siendo complejo dado los efectos pre-pandemia y pandemia todavía vigentes. Por una parte, los ingresos muestran una caída promedio de casi el 20 por ciento en el sector privado y cerca del 25 por ciento en el sector público, mayormente durante el gobierno de Cambiemos pero también durante los dos años del gobierno de Alberto Fernández, dónde se trató de evitar un desplome mayor. Del mismo modo, se aprecia una importante fragmentación del mercado de trabajo y niveles altos de informalidad y precariedad, aunque con mejoras sostenidas en la generación de empleo durante los últimos meses. En un marco de reactivación económica gradual y persistencia aún de índices elevados de pobreza e indigencia, se plantea la urgencia de combinar lo mejor posible las necesidades sociales y productivas con las sanitarias.
La investigación “Prevención y monitoreo de la Covid-19 en municipios del Conurbano Bonaerense desde una perspectiva multidimensional”, financiada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, identificó diversos problemas.
Por un lado, el desarrollo de la pandemia encontró a los municipios del conurbano bonaerense en una situación socioeconómica de suma gravedad y con un alto nivel de precariedad urbana y habitacional que llega hasta la actualidad, sumado al agravamiento de la violencia de género. Por otra parte, el empleo de carácter informal de fuerte peso en el territorio conformó el segmento más castigado inicialmente respecto al empleo registrado más protegido y en ascenso gracias a la mayor actividad económica y manufacturera particularmente. En efecto, los gobiernos locales en articulación con los otros niveles gubernamentales, debieron adaptarse frente a la complejidad y diversidad de labores para desplegar acciones principalmente en tres campos de intervención: desarrollo social, salud y seguridad.
En consecuencia, los principales lineamientos de política resaltan la importancia de considerar los diversos impactos particulares de tipo social, sanitario. sectorial y territorial, junto a la importancia de la articulación de los distintos actores y ámbitos institucionales involucrados. Si bien el contexto se presenta complejo por la acumulación de problemas estructurales y de nuevo tipo que la pandemia potencia, la construcción de soluciones colectivas y planificadas resulta el camino más adecuado para enfrentar los desafíos abiertos.
(*) Investigador-docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento/CONICET.
