Un hecho de extrema violencia sucedió ayer en un barrio de la zona sur de San Fernando del Valle de Catamarca. Un adolescente de 17 años ingresó a la casa de su vecina, Andrea Navarro, de 36 años, y le asestó más de 30 puñaladas para robarle su celular. La mujer pudo pedir ayuda a los vecinos y permanece internada con pronóstico reservado.

El robo se produjo alrededor de las 6.30 de la mañana. El adolescente, quien ya había ingresado hace un año con el mismo fin, fue sigiloso. Se sacó las zapatillas y se metió al dormitorio donde ella dormía por la ventana que da al patio de la vivienda, ubicada en el barrio 107 Viviendas Sur. Según el relato de los familiares, Navarro habría intentado evitar el atraco, pero el adolescente violento la atacó con un cuchillo de cocina en el pasillo de la casa.

Luego de agredirla, se habría ido por el mismo lugar que ingresó; la tapia que separa los dos patios, y se acostó a dormir. Así lo encontró la policía cuando fue a buscarlo. Aún tenía la ropa ensangrentada, el celular y el cuchillo que usó para el ataque.

Andrea Navarro pudo llegar hasta las rejas de la puerta y fue vista por un grupo de jóvenes que estaba reunido en una panchería de la zona, quienes llamaron a la policía. Luego forzaron el portón para poder ingresar y asistirla.

La víctima, quien trabaja como técnica en el Hospital de Niños Eva Perón, llevaba tres días de aislamiento por covid-19 y es por eso que en el lugar no estaban su pareja ni su hija de 20 años con la que convive.

Una ambulancia del SAME la atendió en el lugar y luego la llevó hacia el hospital de urgencias en donde, hasta el cierre de esta edición, permanecía internada con pronóstico reservado. Sus familiares detallaron que tenía más de 30 puñaladas y sus dos pulmones perforados.

Justicia

En diálogo con la prensa, la hermana de Navarro y su madre pidieron justicia. Relataron que conocen al adolescente desde que tenía aproximadamente 5 años. Contaron además que vive con sus hermanos y aparentemente sin cuidados parentales en la vivienda ubicada al lado de la víctima.

Además, señalaron que la hija de Andrea Navarro ya había vivido una situación violenta con el agresor, también por el robo de un celular. “En aquel momento se metió por el mismo lugar y le quiso robar el celular a mi nieta, quien se negó, y él le pegó y la arrastró”, contó la madre de Andrea, Griselda Ledesma.

Con respecto a lo sucedido ayer, aseguraron que uno de los perros de la familia también tenía una puñalada en su lomo. “Hubo que llevarlo al veterinario porque se lo veía mal”.

“Yo no he podido ingresar a la casa porque me dicen que todo está muy feo adentro. En el hospital no nos dejaron quedar, nos dijeron que teníamos que esperar a que se comuniquen por mensaje. Dicen que tiene entre 30 y 37 puñaladas”, explicó llorando la mujer.

A la Justicia le pido que no lo dejen salir. No está bien. No debe salir solo porque sea menor. El viernes vine a comprarle unas cosas a mi hija y creo haberlo visto sentado. Yo me puse un guante y entré. Le vi la cara y cuando salí seguía ahí sentando. Mi hija no molestaba a nadie. Tiene su trabajo. Su vida”, manifestó Ledesma.

“Pido Justicia para mi hija y que ese, que no sé cómo llamarlo para no ser maleducada, no tenga que estar afuera. Cuando sucedió lo de mi nieta, mi yerno le pegó, pero él estuvo detenido mientras ese con custodia. Tiene que cumplir por lo que hizo encerrado, es peligroso afuera”, advirtió.