El primer ministro británico Boris Johnson, cuyo puesto pende de un hilo debido al escándalo de las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, se defendió el lunes ante los diputados tras la publicación de un informe que denunció "fallas de liderazgo y de juicio". Johnson anunció que emprenderá cambios en el funcionamiento interno del gobierno porque "pedir perdón no es suficiente", tras conocer el informe parcial de la alta funcionaria Sue Gray sobre las fiestas en la residencia oficial durante la pandemia.
"Al menos algunas de las reuniones representan un incumplimiento grave no solo de los altos estándares que se esperan de quienes trabajan en el corazón del gobierno, sino también de los estándares que se esperan de toda la población británica en ese momento", dice el informe en una versión parcial, ya que la Scotland Yard está investigando 12 de esas fiestas y por ello le ha pedido a Gray que las mencione sólo "mínimamente" para evitar interferencias.
"Mirarse al espejo y aprender"
"Primero quiero pedir perdón por las cosas que no hicimos bien, y también por la forma en que este asunto se ha gestionado. Pero no es suficiente con pedir perdón. Es un momento para mirarse en el espejo y debemos aprender", señaló el primer ministro en la Cámara de los Comunes. Luego de afirmar que "acepta los hallazgos del informe de Gray", Johnson dijo que no esperará al final de la investigación policial y que hará cambios en las "estructuras fragmentadas y complicadas" de Downing Street.
Entre esas reformas, adelantó que creará la función de un "secretario permanente" que supervise el funcionamiento de las oficinas del primer ministro, aunque no ofreció más detalles. A su vez aseguró que revisará los códigos de conducta que rigen para el gobierno y sus asesores, y mejorará la "conexión" entre el ejecutivo y el Parlamento.
"Sé cuál es la pregunta: ¿se puede confiar en que este gobierno cumpla? Sí, se puede", aseguró Johnson, defendiendo su labor a favor del Brexit y contra el coronavirus y prometiendo cambios administrativos en sus servicios. Esto indignó a la oposición, que no deja de pedir su renuncia acusándolo de haber mentido cuando aseguró que no hubo fiestas. Es "un hombre sin vergüenza", disparó el laborista Keir Starmer.
El contenido del informe
Luego de investigar un total de 16 eventos sociales, desde celebraciones de Navidad hasta fiestas de cumpleaños o despedida, celebradas en 2020 y 2021 en dependencias gubernamentales contra las reglas anticovid, la alta funcionaria Sue Gray concluyó que "hubo fallas de liderazgo y juicio por diferentes partes en Downing Street y en la oficina del gabinete en diferentes momentos".
Sin embargo, el informe es muy impreciso sobre los eventos en cuestión, dado que 12 de ellos están siendo investigados por la policía y esta pidió que solo se haga una referencia "mínima" a ellos para evitar interferencias. La situación retrasó una semana la entrega y publicación del informe, que tuvo que ser modificado para divulgar una "versión" reducida.
Por ese motivo, no detalla quién organizó y participó en las fiestas, cómo se desarrollaron ni cuánto sabía el primer ministro. La clase política británica, y sobre todo los diputados conservadores que contemplan sumarse a la rebelión contra Johnson, esperaban con ansiedad las conclusiones de la investigación interna de Gray, quien también denunció un "consumo excesivo de alcohol inapropiado en cualquier lugar de trabajo".
Sin embargo, el primer ministro pidió esperar las conclusiones de la policía, que pueden tardar semanas o meses. Mientras tanto, el diario The Guardian reveló este lunes que entre los 12 eventos bajo investigación de la Scotland Yard se encuentra una fiesta realizada en el piso que comparten Boris Johnson y su esposa, Carrie Symonds.
Amenaza de moción de censura
El líder de la oposición en el Reino Unido, Keir Starmer, llamó este lunes a los diputados del partido conservador a que den pasos para destituir a Johnson con una moción de censura interna. Los ciudadanos británicos "piensan que el primer ministro debería hacer lo más honrado y dimitir, pero no lo hará porque es un hombre sin pudor", dijo Starmer, quien remarcó que el informe sobre las fiestas en Downing Street confirma que Johnson está bajo "investigación criminal".
"Las miradas de este país están sobre ellos", dijo Starmer, en referencia a los diputados conservadores que pueden convocar un voto de censura contra el liderazgo de Johnson si 54 miembros del grupo parlamentario lo piden por escrito. La bancada del gobierno escuchó en silencio al líder de la oposición, sin los habituales gritos de desacuerdo, cuando les pidió que "libren al país de un primer ministro totalmente indigno de sus responsabilidades".