El tenis argentino recibió la noticia que esperaba: después de dos años y medio sin competir, Juan Martín del Potro regresará a una cancha para disputar el ATP de Buenos Aires, que se jugará la semana próxima. La organización del certamen confirmó este lunes que una de las invitaciones especiales que tenía reservada será para el tandilense, que desde hace semanas se venía entrenando pensando en esa posibilidad.

"¡Confirmado! Juan Martín del Potro jugará el Argentina Open 2022. La torre de Tandil jugará el cuadro principal como invitado", publicó la organización del torneo en sus redes sociales, para anunciar la noticia más esperada. Del Potro, de 33 años, no juega el torneo en el Buenos Aires Lawn Tennis desde 2006, cuando era juvenil y perdió en la primera ronda ante Juan Carlos Ferrero. En el auge de su carrera siempre priorizó los torneos 500 de la temporada de canchas rápidas de Europa.


Del Potro no juega un partido del circuito desde el 19 de junio de 2019,
cuando trastabilló en una subida a la red contra el canadiense Denis Shapovalov, en el césped del torneo de Queen's, Inglaterra. Si bien ganó ese partido, la caída profundizó la lesión en la rodilla derecha, zona que se había fracturado en octubre de 2018, en el Masters 1000 de Shanghai, China. Jamás en su carrera había permaneció afuera por un lapso tan extenso, ni siquiera con las tres operaciones en la muñeca izquierda entre 2014 y 2015. 

Desde la lesión, el exnúmero tres del mundo avanzó con diferentes tratamientos, desde los menos invasivos hasta cuatro operaciones, con cuatro médicos diferentes: en junio de 2019 lo operó Ángel Ruiz Cotorro, el médico de Rafael Nadal, en Barcelona; en enero de 2020 lo hizo Lee Kaplan, en Miami; y en agosto de ese año el encargado fue Roland Biedert, el hombre de confianza de Roger Federer, en Berna. Finalmente, en marzo del año pasado lo intervino el tucumano Jorge Chahla, un cirujano ortopédico especializado en lesiones complejas de rodilla y cadera que reside en Chicago.

Su primer objetivo era llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero los tiempos de recuperación no dieron para que pudiera regresar en aquel momento. Molestias y dolores al empezar a correr y hacer movimientos laterales fueron retrasando el proceso. Durante el US Open del año pasado, tras una exhibición con John McEnroe, el campeón de la edición 2009 anticipó la posibilidad de regresar en la gira sudamericana de polvo de ladrillo y se mentalizó para ello. Fortaleció los entrenamientos y les confirmó a los organizadores del ATP de Buenos Aires y el ATP 500 de Río de Janeiro que si la rodilla se lo permitía, iba a competir en ambos certámenes. Por ahora, es el único plan en mente. A partir de esa experiencia y como se sienta, se verá el camino que seguirá.

En las últimas semanas, Del Potro comenzó a entrenarse fuerte, primero en Tandil con Marcelo Gómez, su formador, y luego en el Tenis Club Argentino, donde compartió prácticas con Juan Ignacio Londero y Sebastián Báez para ir tomando ritmo de competencia. Incluso contó con la colaboración de Sebastián Prieto, su último entrenador antes de la lesión, que estaba de paso por Buenos Aires después de que su pupila Daniel Evans perdiera en el Abierto de Australia. Página/12 tuvo acceso a uno de esos entrenamientos y comprobó que la potencia de sus impactos está intacta, aunque habrá que ver como responde esa rodilla, ya que los dolores siguen apareciendo y no le permiten planificar mucho más allá del día a día.