Rusia dijo este lunes en el Consejo de Seguridad de la ONU que Estados Unidos quiere "agitar la histeria" tras ser acusada de querer incrementar su presencia militar sobre las fronteras de Ucrania. La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, dijo por su parte que Rusia va a reforzar sus tropas en la frontera bielorruso-ucraniana en los próximos días.
Thomas-Greenfield aseguró que "si Rusia invade Ucrania, nadie de nosotros podrá decir que no lo vimos venir y las consecuencias serían horribles". Pero el embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, rechazó las acusaciones y dijo que Estados Unidos está generando "histeria" con la convocatoria de la reunión del Consejo de Seguridad para hablar de Ucrania.
Nebenzya dijo que ninguna autoridad rusa ha amenazado con invadir a la exrepública soviética y que a los ucranianos les han "lavado el cerebro" con la "rusofobia" de Occidente. "Las discusiones sobre una amenaza de guerra son provocativas en sí mismas. Prácticamente lo están pidiendo, quieren que ocurra", planteó el embajador.
El Kremlin rechaza ser considerada una amenaza para Ucrania, pide garantías de que Kiev no se adherirá a la alianza militar transatlántica OTAN y que Estados Unidos no establecerá nuevas bases militares en los países de la antigua órbita soviética.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tiene prevista una nueva conversación telefónica este martes con su par ruso Sergei Lavrov, el último de una serie de contactos diplomáticos entre Moscú, Washington y Bruselas sobre Ucrania, ante la preocupación creciente de los europeos sobre la seguridad del viejo continente.
El presidente Joe Biden advirtió este lunes que Rusia sufrirá "graves consecuencias inmediatas" en caso de que Moscú se salga de la vía diplomática. "Seguimos llamando a la diplomacia como el mejor camino a seguir, pero como Rusia siga acumulando fuerzas en torno a Ucrania, estamos preparados pase lo que pase", dijo el mandatario estadounidense a periodistas en la Casa Blanca.
En tanto el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, pidió una desescalada con el fin de que se reanuden las negociaciones sobre el conflicto en territorio ucraniano con los secesionistas apoyados por Moscú en la región oriental del Donbass. Kyslytsya llamó al diálogo con Rusia, aunque alertó que "la militarización actual de Crimea, el mar Negro y el mar de Azov es una auténtica amenaza" para Ucrania.