A horas del estreno de su primera obra como autor teatral, Víctor Hugo Morales no oculta su ansiedad. El periodista y relator dice sin dudas que esta vez es distinto. Amante del arte en general y del teatro y la literatura en particular, el conductor de AM750 embarcó en plena pandemia en un proyecto que ahora lo asusta, aunque también lo emociona.
Este jueves se estrenará El Reproche, la obra de teatro con autoría de Víctor Hugo, que se podrá ver en El Picadero todos los jueves a las 20. La pieza está dirigida por Julieta Otero y cuenta con actuaciones de Malena Figo, Claudio Da Passano y Mayra Homar. Antes, El Reproche fue un radioteatro que pudo escucharse en AM750, y meses atrás surgió la posibilidad de llevarla al teatro.
Víctor Hugo, declarado aficionado a la literatura, empezó a escribir El Reproche en la etapa más compleja de la pandemia. "Siempre uno está escribiendo novelitas o ensayos. En pandemia las horas sobraban y aproveche el tiempo para disfrutar de las cosas que me importan", contó el conductor de La Mañana, en diálogo con AM750 y Página/12.
"Yo tengo muchos libros publicados pero también tengo una enorme cantidad de cosas desechadas que escribía siguiendo la intuición y después no me gustaban. Pero lo que pasó con El Reproche me gustó", cuenta Morales, que agrega: "Es una obra de teatro que empezó como un largo diálogo sobre el feminismo, la masculinidad y el hecho patriarcal de nuestras sociedades, enmarcado en una historia de amor o de desencuentro".
Al terminar de escribir la obra, Víctor Hugo le envió el texto a distintos amigos y tras muchos comentarios positivos, la misma se terminó convirtiendo en un radioteatro para el ciclo de AM750 ideado por Marina Glezer y fue interpretada por Cecilia Roth, Divina Gloria y Marcelo Zubioto.
Luego, junto a Otero, comenzó a pensar en la posibilidad de llevar la obra a los escenarios y el Teatro Picadero le abrió las puertas para hacer su sueño realidad.
- ¿Cómo se siente en los días previos al estreno de la obra?
Víctor Hugo: Estoy muy emocionado. Naturalmente un poco preocupado o asustado, pero al mismo tiempo muy convencido de que vamos a hacer un muy buen papel. La obra tiene valores que superan lo que se puede esperar de mí. Siento mucha tensión, pero también mucho deseo de que salga finalmente bien. Tengo mucha confianza en los actores y en la directora. Hay una actuación colosal de actores muy consagrados en el medio.
- Pudieron conformar un buen equipo para tu estreno sobre los escenarios.
VH: Sí. Vos decís Malena Figo, Claudio Da Passano y Mayra Homar e inmediatamente en el mundo del teatro hay un respeto extraordinario. Estamos hablando de tres de los valores más respetados. También está Julieta Otero como directora, quien me ayudó enseñándome como en una especie de taller de teatro. Hay una escenografía muy linda en la cual hemos invertido muchísimo más de lo que frecuentemente se hace en el mundo del teatro. Tenemos el respaldo de un gran teatro con mucho prestigio como El Picadero. Si bien se que estamos atravesando una etapa complicada para todos los espectáculos de esta naturaleza, creo que vamos a tener una linda respuesta inicial.
- ¿En los ensayos que pudo ver opinó sobre el devenir de la obra?
- Yo siempre supe que en el teatro la palabra final es del director o directora y de los actores. Hay un texto, pero ese texto tiene sus silencios, sus vacíos, sus huecos, sus miradas, sus tonos. Esa es una reescritura complementaria del teatro. Por eso contar con tan buenos actores es como tener mayor garantía todavía. La obra, finalmente, es la que se expone y no la que vos entregaste en la carpeta en la cual contenía las palabras iniciales. Entonces yo también voy a descubrir mucho de la obra. No lo que quise decir. No las palabras del texto, pero sí todo que genera ese texto al pasar por el teatro.
- La obra aborda temáticas del feminismo, la masculinidad, el amor, la vida en pareja. ¿Qué fue lo que más lo ayudó a comprender los cambios que se fueron dando para transitar el camino de la deconstrucción?
- A mí me da la impresión de que ha habido cambios culturales muy profundos y que el movimiento de las mujeres es la revolución más importante que hemos vivido. Dentro de eso se dan dando pequeños capítulos de la historia familiar y de las historias de amor que funcionan en un rango diferente al de hace cincuenta o sesenta años cuando yo era un adolescente soñador. Mi generación se crió en un mundo de tono patriarcal, ahora las mujeres tiene indudablemente otro grado de independencia. También me da mucha ternura el hombre que intenta adaptarse a estos nuevos tiempos que correr. Alguno puede pensar que la obra tiene un cierto favoritismo con el rol de las mujeres pero yo lo que siento siempre es una gran piedad por nosotros los hombres cuando se discute sobre el mundo patriarcal.
- En sus programas, ya sea en radio o televisión, siempre está rodeado por profesionales jóvenes. ¿Eso puedo haber ayudado en su relectura sobre los cambios de época?
- Sí, es lo que me permite advertir esos cambios. Soy un oyente calificado en cualquier frase suelta en una conversación. En cualquier ámbito, escucho que alguien cuenta una pequeña historia y trato de conservarla. Para mí todo tiene un significado. Trato de analizar que hay detrás de una simple frase. Además creo que me ayuda el hecho de que para muchos jóvenes soy como invisible o uno más en el plano de las historias que se quieren contar. En las historias de amor, por ejemplo. Esa invisibilidad me permite estar atento y tomar nota de muchas cosas. Tanto un librito de poemas que escribí hace tres años como esta obra son consecuencia de escuchar mucho.
- En los últimos meses pudo recuperar las salidas al cine y al teatro. ¿Cómo repercutió esto en su vida?
- Muy positivamente, aunque yo fui una persona extrañamente muy feliz durante la pandemia. Hay mucha gente que durante la cuarentena lo pasó muy bien consigo mismo, con su lectura y con el famoso tiempo que nunca tenemos para hacer cosas que queremos. Yo hice todo lo que te puedas imaginar. Leí, escuché mucha música, escribí. Eran horas y horas las que sobraban, con lo cual yo tuve que estar conmigo y ese tiempo fue una maravilla. Pero a mí no me gusta haberme convertido en un Netflix dependiente, sobre todo porque creo que ya he visto todo lo que había para ver. Por consiguiente, yo no tengo nada para rezongarle a titulo personal a los tiempos de la pandemia porque fui muy feliz pero ahora estoy también contento con todo lo que planifico para salirle un poco más a la vida.
- Con el estreno de la obra es posible que le pique el bichito y quiera más. ¿Le gustaría escribir una nueva obra?
- El drama son las ideas y la aparición de las ideas. Osvaldo Soriano decía por lo general no tenía muchas ideas y cuando aparecía una la convertía en una novela. No es fácil. Yo quería escribir libros de cuentos en la pandemia. Lo intenté y no pasó nada. Es admirable los escritores de cuentos que tienen ideas originales y escriben historias que tienen desenlaces inesperados. Me parece maravilloso ese mundo de ideas. En este momento no tengo una idea. O sea que lo más probable espere hasta que, sin darme cuenta, me aborde una historia que valga la pena escribir como me sucedió con El Reproche. Por el momento quiero disfrutar del estreno de la obra. Ojalá que efectivamente sea un disfrute y que pueda ganarme un pequeño respeto entre quienes tanto admiro, que son el mundo de los actores, directores y de ese teatro tan amado por mí.