La Justicia concedió este miércoles la exención de prisión a la oficial de la Policía de la Ciudad Micaela Fariña, investigada por el encubrimiento del crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo policial en el barrio porteño de Barracas en noviembre pasado, y luego de que la fiscalía pidiera su detención al constatar que su rastro fue detectado por perros en el arma de plástico plantada al auto de los jóvenes baleados.
La decisión fue tomada por el juez de Instrucción Martín del Viso, quien hizo lugar al requerimiento de los defensores de Fariña, Fernando Sicilia y Diego Abarca. Los letrados realizaron la presentación este martes, tras tomar conocimiento de que el fiscal del caso, Leonel Gómez Barbella, había requerido que la oficial fuera nuevamente procesada con prisión preventiva junto a su compañera, Lorena Miño, por el encubrimiento del hecho.
A las agentes, la Cámara del Crimen porteña les había otorgado la falta de mérito en la causa por el encubrimiento del asesinato del joven futbolista. Pero todo cambió cuando el análisis del rastreo realizado por una pareja de perros de la Federal dio como resultado la presencia de los olores de las dos mujeres fue detectado en el arma de plástico plantada para desviar la causa hacia la hipótesis del enfrentamiento.
Ante ello, la defensa de Fariña pidió al juez la exención de prisión en un escrito en el que cuestionó ese estudio pericial y calificó como "absurdo" que la oficial sea detenida nuevamente, ya que "se está poniendo a derecho como a todo lo largo del proceso". Tras el pedido, el juez resolvió conceder la eximición de prisión de la policía.
El crimen de Lucas
El el asesinato del joven sucedió cerca de las 9.30 horas del 17 de noviembre último, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de ser policial, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.
De acuerdo con las pruebas recabadas, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos.
Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza de Lucas, quien horas más tarde murió. Por el homicidio están procesados con prisión preventiva los policías Gabriel Isassi, Juan Nieva y Fabián López.