Por primera vez en muchos años, la inflación es uno de los temas que más ocupa la agenda de los Estados Unidos. Este fenómeno multicausal se ve reforzado, además, por un cambio en el ciclo de la economía de plataformas, basado en un crecimiento acelerado a partir de un período de pérdidas financiado por capitales de riesgo que ansían instalarse y controlar mercados, como hicieron Google o Facebook.
Sin embargo, hasta el dinero y la paciencia de Wall Street se agotan y comienza a desvanecerse esta suerte de Estado de Bienestar subsidiado, no por las arcas públicas, sino por los capitales de riesgo. Uno de los ejemplos es Netflix, que por primera vez, luego de un crecimiento meteórico de usuarios, se aproxima a una meseta. Al mismo tiempo, la competencia con otros grandes jugadores obliga a la empresa a mantener una inversión creciente en nuevas producciones.
Los números de Netflix
Netflix, fundada en 1997, se dedicó en sus comienzos al alquiler de DVD por correo postal. En 2000 lanzó un servicio automatizado de recomendaciones, atractivo e innovador para su tiempo. Ya en 2007, comenzó a ofrecer su servicio de streaming en Estados Unidos y en 2011 en otros países. Todo era tan incierto por entonces, que en 2007 los directivos ofrecieron vender la plataforma por cincuenta millones de dólares a Blockbuster, pero éste rechazó la oferta. En 2010, Blockbuster quebró y cerró.
Desde entonces, el crecimiento de usuarios fue meteórico y la pandemia le jugó a favor: a fines de 2018 tenía 139 millones de usuarios y en los años sucesivos llegó a 167 millones, 204 millones y 221 millones a fines de 2021, según el reporte anual publicado en enero. La desaceleración es evidente. Por otra parte, Netflix deberá realizar nuevas producciones por no menos que los 14 mil millones de dólares que invirtió en 2021. Esto es fundamental frente a competidores de peso que cuentan, además, con enormes archivos como es el caso de Disney+ y HBO Max.
La presión para mantener a los usuarios existentes y el poco espacio para atraer nuevos a la velocidad acostumbrada se refleja en sus números recientes. Entre el cuarto trimestre de 2020 y el mismo período de 2021, la facturación total pasó de 6.644 millones de dólares a 7.709 millones, aunque los ingresos operativos se redujeron de 954 millones a 632 millones y el margen operativo pasó del 14,4 a 8,2 por ciento. Se podría decir que el negocio se "normalizó" con una deuda, a fines de 2021, de 15.500 millones.
Las series y películas más vistas
Según el reporte de 2021, "El juego del calamar", la serie más vista, generó 1.650 millones de horas de visualización. Más atrás viene "La casa de papel" que en su cuarta temporada acumuló 6.700 millones de horas. Estas y otras series reforzaron la idea de que los hits pueden venir de otros lugares del mundo, algo inesperado al menos para un público norteamericano muy poco habituado a los doblajes o los subtítulos. En cuanto a las películas, las más importantes fueron "Red notice" (364 millones de horas) y "The unforgivable" (215 millones). Los datos que acumula la empresa además le permiten conocer en detalle a los usuarios y seguramente los usa para maximizar su audiencia y mantenerla enganchada. En 2017, Reed Hastings, el CEO de Netflix, explicó: “Cuando mirás un show desde Netflix y te volvés adicto a él, te quedás despierto toda la noche. Nosotros en realidad estamos compitiendo con el sueño”. Los números indican que encontraron la fórmula para el insomnio general.
Por otro lado, las amenazas de impedir que se compartan cuentas no parecen en vías de concretarse. Hastings aseguró que son conscientes de que tendrán que aprender a vivir con este hábito. Otro plan de la empresa es meterse en el jugoso mundo de los videojuegos y ya hay una decena de ellos disponibles para descarga desde la app, un desafío para otras plataformas como Steam.
Sin embargo, el amesetamiento en la demanda empieza a parecerse a un techo. En el mundo de las plataformas, en el que las expectativas juegan un rol fundamental, esto plantea un riesgo a futuro. De hecho, los números del reporte, sobre todo la confirmación de la desaceleración pospandemia, no gustaron a los inversores y las acciones cayeron un 22 por ciento al día después de la publicación.
Netflix en Argentina
Según el informe del SINCA, dependiente del Ministerio de Cultura, sobre comercio exterior cultural de 2020, la Argentina gastó unos 556 millones de dólares en importación de servicios audiovisuales. Según Mariana Kunst, Coordinadora del SINCA, "una estimación que realizamos los primeros meses del 2020 a partir de las información provista por la Dirección de Cuentas Internacionales del Indec nos permite saber que la composición de las importaciones de servicios audiovisuales digitales por plataformas de streaming durante el segundo trimestre 2020 correspondía un 65 por ciento a Netflix (Estados Unidos) y un 18 por ciento a Spotify (Suecia)". Como en 2020 el total de las importaciones de servicios audiovisuales digitales llegó a 278 millones, se puede calcular que la Argentina, en 2020, en un contexto de caída de las importaciones, envió al exterior unos 180 millones solo en abonos de Netflix, una cifra que puede parecer menor, pero que resultaría determinante para la industria audiovisual local si se quedara, al menos en parte, dentro de las fronteras.
En cualquier caso no queda duda de que las plataformas y sus lógicas comerciales impactan en la cultura global. Además del efecto que producen sobre qué se dice y con qué recursos, en los países más modestos también suponen una sangría adicional de divisas.