El nuevo jefe del bloque Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, hizo gala del oficio de componedor y armador de consensos que pondrá a prueba de ahora en más en el Congreso de la Nación, tras la renuncia a ese cargo del diputado Máximo Kirchner. Llamó a asumir la diversidad de opiniones en la coalición oficialista, bancar el disenso pero saliendo hacia adelante, "para darle al Gobierno las herramientas que necesita". Y antes de que pase un día, llamó a Omar Perotti para suavizar resquemores y procurar un entendimiento. Al gobernador y su entorno no le cayó bien que no le consultaran la sucesión de Máximo y que elijan a un ladero de Agustín Rossi –su rival en el peronismo– para ocupar ese lugar clave y de proyección futura.
Para empezar, este licenciado en Ciencia Política rosarina, de 46 años, militante de la primera hora en La Corriente, ratificó la continuidad en el bloque que integra desde 2019 respecto de lo hecho por el hijo de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Deberá retomar la batuta donde su antecesor no quiso: construir apoyo parlamentario con la oposición, e incluso hacia dentro mismo del FdT, para garantizar la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
"Como militante, hubiera deseado que Máximo no hubiera renunciado, pero no por oponerme a sus argumentos. Conozco sus convicciones y el deseo de expresarlas. No soy quien para valorar una decisión política de esa envergadura. Mi deseo es seguir trabajando a su lado, no vengo a reemplazarlo. Al interior del bloque, Máximo es irreemplazable. Vengo a continuar el camino que él empezó, como presidente de bloque y que hizo muy bien, y nos permitió darle a nuestro Presidente todas las leyes que necesitó desde 2019, excepto la del Presupuesto, cuando la conformación de la Cámara se modificó (por la derrota en el comicio legislativo). Seguiré trabajando, siempre procurando llevar adelante las iniciativas del Gobierno con la mayor base de consenso para que el Presidente tenga las herramientas que necesita", afirmó Martínez ayer, en diálogo con Leo Ricciardino por radio Sí 98.9.
El legislador asumió que el acuerdo del Gobierno con el FMI dividió aguas hacia dentro del oficialismo. "No solamente en el bloque de Diputados hay miradas distintas, también entre compañeros y compañeras de militancia. Y en un espacio político tan diverso como el FdT esas miradas distintas no debe generar una olla a presión. Estoy conversando con cada integrante del bloque, primero para ponerme a disposición e incentivarlos a caminar juntos, mientras tanto iré sacando mis propias conclusiones", acotó.
El disenso en el oficialismo se funda en tres variantes, según el análisis de Martínez: "Hay quienes tienen sus dudas sobre lo que históricamente ha sido la relación de Argentina con el FMI; otros tienen dudas sobre el famoso sendero fiscal, los indicadores exigidos en este programa; y hay una tercera mirada que pone en duda el resultado final aun habiendo alcanzado el cumplimiento de metas: como en la fábula de la rana y el escorpión, que nos pongamos de acuerdo en algo y luego nos clave el aguijón porque está en su naturaleza. Son todas miradas atendibles", examinó.
Para el nuevo jefe parlamentario, eso no debe ser síntoma de ruptura. "Asumamos las miradas distintas hacia dentro de la coalición, y también contemplemos que las coaliciones se construyen entre personas que piensan parecido, no que piensan igual, pero sobre un posicionamiento troncal común. Hay que naturalizar que haya miradas distintas. Mi tarea es tratar de que toda esa diversidad se exprese parlamentariamente. Hablaré con cada uno, dando los argumentos, el debate, para tener la mayor base de apoyo posible", proyectó.
El diputado surgido del espacio rossista valoró los saludos de buena parte del arco político por su ascenso parlamentario. Peronistas, socialistas, gremios, hasta de Juntos por el Cambio también. Pero también asumió que la elección del Presidente Alberto Fernández para que dirija el bloque reavivó en Santa Fe la grieta interna con el perottismo. "Ayer (por el martes) hablé con el gobernador y le dije: 'usted puede tener diferencias territoriales o sobre cómo se llevan algunas cosas, pero acá estamos discutiendo otra cosa: ver cómo hacemos para que el país recupere crecimiento'. Y tuve una respuesta muy generosa del gobernador, así que independientemente de las diferencias territoriales no me cabe duda que los dos aspiramos a tener el mejor desenlace posible. El Presidente me pidió que trabaje 100% de mi tiempo para la unidad del Frente de Todos y así lo haré".