El equipo de fútbol americano de Washington formalizó este martes el cambio de nombre. La franquicia, conocida durante décadas como Washington Redskins, pasa a ser ahora Washington Commanders. La modificación se debe a las alusiones racistas y a la acusación de que “Pieles Rojas” denigraba a los pueblos originarios de los Estados Unidos.
Nacido en 1933, el equipo se llamó Redskins desde entonces y hasta diciembre de 2020, y ahora tiene un nombre distintivo. A partir de esa fecha y hasta ahora se llamó Washington Football Team.
“Palabra con R”, dicen los nativos para no mencionar el ya ex apelativo. "Está mal que un equipo perpetúe actitudes racistas, pero durante décadas el equipo de la NFL de Washington se negó a reconocer el papel que juega su nombre en la proyección de los estereotipos racistas sobre los nativos americanos, incluso después de múltiples protestas y pedidos al respecto", declaró en 2018 la congresista Deb Haaland, una de las dos primeras representantes de origen nativo en llegar al Capitolio.
Cinco años antes, el dueño del equipo, Daniel Snyder, había dicho, ante las críticas que arreciaban, que jamás cambiaría el nombre. Sin embargo, el avance del movimiento Black Lives Matter (que tuvo hondo impacto en el fútbol americano), sumado a la presión de los sponsors y del dueño del estadio en el que juegan los antiguos Redskins, llevó al cambio de nombre y de logotipo.
En el medio, además de las críticas por el nombre racista, la franquicia enfrentó además denuncias de acoso y discriminación, y el propio Snyder debió dejar las cuestiones administrativas en manos de su esposa.
Ahora, se “honra la rica historia del equipo y la cultura de campeones”, en base a jugadores que “toman el mando, forjan el éxito y rompen barreras dentro y fuera del campo”, según el comunicado que Washington Commanders divulgó en estas horas. El logo es una W en lugar de la cabeza de un nativo piel roja con plumas.
“Los Commanders hacen realidad el compromiso de servicio y liderazgo que define a la comunidad DMV. Más importante, la nueva identidad del equipo también representa los valores que unen a la familia Burgundy & Gold, que incluyen resiliencia, carácter, tradición y unidad”, agrega el comunicado sobre el cambio de nombre, que se consensuó entre aficionados y dirigentes.
Tan naturalizado estuvo el racismo del nombre, que hasta 1937, rigió en Estados Unidos una serie de normas conocidas como “Regulaciones de la Civilización”, que establecían prohibiciones para los pueblos nativos, casi al nivel de la segregación contra los negros.