El reclamo de los vendedores ambulantes expulsados de la zona céntrica y el Parque San Martín de la ciudad de Salta, ayer vivió un nuevo capítulo, cuando el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Julio Molina, se trepó a una de las torres del Centro Cívico Municipal exigiendo ser atendido por Bettina Romero.
Esa gremial sindical decidió apoyar el pedido de unos 30 trabajadores informales que aún siguen solicitando que los dejen vender en alguna zona cercana al centro de la ciudad de Salta y que aseguran que su situación es demasiado precaria como para alquilar algún local o ingresar al subsuelo del Mercado San Miguel, donde también se cobra un alquiler.
En medio de los reclamos, y cansado de no se escuchado por los funcionarios municipales, Molina decidió subir a una de las torres del salón municipal exigiendo ser atendido por la intendenta. Pero en lugar de eso acudió la Policía, que en una primera instancia lo quiso llevar detenido, pero finalmente fue recibido por el subsecretario de Gobierno municipal, Javier Guil, quien consiguió una nueva reunión con la interventora de Espacios Públicos, Susana Pontussi.
Indignado por lo que considera un “ninguneo” por parte del estado municipal, Molina le dijo a Salta/12 que a través de su representación gremial viene “desde hace rato reclamando para ver si se puede solucionar el problema a estos puesteros”. Y detalló todo el periplo por el que vienen pasando, de reunión en reunión con funcionarios públicos “que nos dicen que no hay solución”.
“Ella (por Pontussi) nos pidió que busquemos una solución”, dijo Molina. Añadió que la ofrecieron proponiendo que les den un espacio al costado del Hogar Escuela o en el predio que queda a la par de la Terminal de Ómnibus, “pero se niegan porque dicen que todo eso es parte del Parque San Martín”.
Recordó asimismo que luego algunas mujeres que pertenecen a ese grupo de vendedores ambulantes anunciaron que comenzarían una huelga de hambre en las puertas de la municipalidad, y entonces “el comisario, jefe de la tercera región de Salta, Posadas, les dijo que podían ocupar la calle San Juan, entre Santa Fe y Lavalle, pero al otro día, cuando se estaban instalando, llegaron los inspectores a prohibírselo”.
Molina detalló que entre los argumentos que utilizaron para no dejarlos ubicarse en ese lugar les decían que sentaba un precedente para que los demás también pidieran lugares, “cuando yo hablé con los referentes de los otros sectores y me aseguraron que ellos ya estaban trabajando en otros sectores”. El dirigente gremial aclaró que no obstante ello acataron el pedido y se retiraron sin generar conflicto, a la espera de una nueva reunión, “pero pasados los días hicimos una asamblea y decidimos ir al CCM a pedir una solución definitiva”.
Molina sostuvo que su medida se debió a que “ahí no te atiende nadie, no nos dieron pelota, así que decidí subí a la columna tratando de que nos atienda la intendenta de una vez”.
Explicó que están acompañando a ese grupo de trabajadores como ya lo hicieron con los carreros, “con los que salió bastante bien el acuerdo”, y porque ese espacio sindical “tiene 44 mil afiliados”, entre ellos, algunos son de este grupo de la economía informal.
La promesa que recibieron del subsecretario de Gobierno es que hoy por la mañana los recibiría Susana Pontussi nuevamente. Molina afirmó que si no hay solución seguirán profundizando las medidas, “porque (los ambulantes) no van a aceptar ir a ese sótano del Mercado que está todo contaminado y es un lugar insalubre, sin ventilación ni luz, en donde el covid se va a hacer una fiesta”.
“Si siguen con esta posición, se van a seguir sumando sectores”, expresó Molina. Dijo que ya dieron su apoyo otros grupos de manteros y carreros, "Se va a podrir todo y vamos a terminar poniendo los puestos en la puerta de la municipalidad”, culminó.