"Es importante que las miradas distintas no nos impidan ver que las verdaderas diferencias que tenemos no son entre nosotros sino con el proceso de endeudamiento que generó Mauricio Macri con el FMI. Si lo tenemos en claro hay una alternativa para que podamos generar un mayor consenso alrededor de la propuesta de solución que plantea el Presidente", destacó el flamante jefe de la bancada del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Germán Martínez. Recién instalado en su despacho de la jefatura del bloque, el diputado conversó con Página/12 sobre la renuncia de Máximo Kirchner, las diferencias que hay en el FdT frente al acuerdo con el FMI y sobre la posibilidad de reafirmar la unidad del gobierno post crisis interna. Luego de unas 48 horas frenéticas en las que no paró de tener contacto con legisladores del oficialismo, la oposición y periodistas, Martínez se mostró confiado: "La unidad de la coalición no está en riesgo".
--¿Qué análisis político hace de la renuncia de Máximo Kirchner?
--Tomo la decisión de Máximo como un dato de la realidad de un referente que es imprescindible dentro del FdT y trato de no hacer exégesis de sus palabras o si estuvo bien o mal. Lo viví con la sensibilidad y conmoción de que renuncie tu presidente de bloque. Muchas horas antes de que me convocara el Presidente para esta tarea, lo primero que hice fue hablar con la mayor cantidad de compañeros y compañeras para tratar de evitar cualquier exposición mediática que pudiera provocar un incremento de la tensión entre nosotros. Hubo una fuerte apuesta por la unidad, no hubo comentarios disonantes y eso habla a las claras de un bloque que apuesta sistemáticamente por la unidad.
--¿No hubo un daño estructural a la unidad del frente?
--Ni la unidad del bloque en la Cámara de Diputados ni la conformación de la coalición del FdT está en riesgo. Quedó claro con las actitudes de Máximo que, más allá de lo que dijo o la decisión que tomó, fueron apuestas permanentes para, en lo posterior, seguir sosteniendo la unidad del bloque y de la coalición.
--En Twitter se presenta como un "peronista y kirchnerista sin contradicción", ¿no se anticipa una contradicción entre esos sectores ante el acuerdo con el FMI?
--No creo que haya una contradicción entre nuestras identidades políticas y el acuerdo con el FMI. Es normal que dentro de un bloque de 118 diputados y diputadas, que venimos de distintas experiencias políticas y territorios, hayan miradas distintas frente a un acuerdo con el Fondo. Mi intención como presidente de bloque es que estas miradas distintas no nos impidan ver que las verdaderas diferencias que tenemos no son entre nosotros sino con el proceso de endeudamiento que generó Mauricio Macri con el FMI y con leonino cronograma de vencimiento de pagos de la deuda externa. Si tenemos en claro que nuestras distancias, mayores o menores, no nos obstaculizan tener una clara conceptualización de lo que fue ese proceso de mega endeudamiento me parece que tenemos alternativa para que, a medida que pase el tiempo, podamos generar un mayor consenso político alrededor de la propuesta de solución que plantea el Presidente.
--¿Va a poder convencer a los que están en contra?
--Yo no estoy encontrando ninguna barrera de comunicación con ninguna diputada o diputado de mi bloque para poder hablar. He hablado con muchos, me faltan algunos que no estaban en CABA, pero tuve llamados telefónicos y voy a terminar la ronda con todos las y los diputados. Pero no encuentro ninguna imposibilidad de hablar de este y otros temas, porque no solo hablamos del acuerdo: hay un decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias con un temario de 18 puntos que va a haber que trabajar. Así que hablamos de todo, y ahí aprovecho para analizar e identificar las distintas posiciones que hay al respecto. Pero falta mucho por recorrer y no me voy a apurar a ir a ver qué postura definitiva tiene cada uno. ¿Se van a abstener, van a votar en contra, van a ausentarse? Yo lo que quiero saber es qué piensan mis compañeros y compañeras de bloque.
--¿Y qué piensan?
--Encontré tres grandes dudas frente al acuerdo. Primero, la cuestión simbólica e histórica que significa el paso del FMI por la Argentina. Cualquier cuadro político conoce el rol que cumplió el FMI a la hora de condicionar el rumbo económico del país, está presente en el espejo retrovisor de todos. Segundo, hay otros que tienen dudas sobre la posibilidad concreta de cumplir ese sendero fiscal que dice Guzmán sin afectar la economía interna y la distribución del ingreso, es decir si se puede cumplir ese sendero fiscal sin ajuste. Y tercero, tiene que ver con si el FMI está en condiciones de cumplir lo que se firme o si van a aparecer nuevos elementos que pueden condicionar el rumbo de la economía. En otra palabra, si el FMI no será como la fábula del escorpión que se sube al lomo de la tortuga. Más allá de esto, encuentro un gran consenso respecto a que la Argentina tiene que encontrar una solución a este problema que no ahogue la posibilidad de recuperación económica.
--¿Se abre ahora una nueva etapa para el gobierno nacional?
--Depende de como nosotros terminemos de procesar el acuerdo con el FMI podemos estar en condiciones de empezar a pensar algunas cosas con una serenidad y un mediano plazo que nos permita salir de la inmediatez que hemos vivido por la pandemia y la situación económica. Tratar de darle un horizonte de tranquilidad y serenidad al sector social permeable a nuestras ideas. No es un tiempo distinto para el bloque, pero sí es un momento distinto para la gestión de gobierno.
--¿Qué opina de las declaraciones de Patricia Bullrich sobre que si no hay unidad en el FdT hay que derogar la ley?
--Yo prefiero quedarme con lo que voy conversando con los presidentes de los bloques parlamentarios que con las opiniones de dirigentes políticos que pueden ser importantes pero que a veces dan la sensación de que hablan más para marcarle la cancha a sectores de su propia alianza que para intentar buscar soluciones que la Argentina necesita. Prefiero conversar con todos los bloques parlamentarios e ir viendo con serenidad qué posiciones van a predominar.
--¿Qué opina de la marcha contra la Corte del 1F?
--Lo más interesante de estas movilizaciones es que permiten interpelar el funcionamiento de un poder muy poco permeable a la posibilidad de dejar que la sociedad lo evalúe críticamente. ¿Por qué no podemos evaluar los argentinos lo que opinamos sobre el Poder Judicial? ¿Por qué cada vez que aparecen miradas críticas respecto al funcionamiento del Poder Judicial ese poder, en nombre de la independencia de la Justicia, construye un gran caparazón donde no se deja interpelar por los argentinos? En democracia no tiene que haber instituciones que no puedan ser permeables a la evaluación de la sociedad.
--¿Qué opina sobre el debate en torno a la despenalización de las drogas luego de la tragedia de la cocaína adulterada en PBA?
--Hay que dar un debate a fondo, a veces tendemos a pensar más con dogmas que con evidencia científica y empírica. Creo que la estrategia de la guerra contra las drogas impulsada por los Estados Unidos fracasó como tal y que hay que tener una mirada fuerte desde lo preventivo. Pero no hay que ser dogmáticos, hay que discutir todo. Hay que generar una gran convocatoria para debatir este tema por fuera de los tironeos de la política electoral y por fuero de la conmoción y la chicana política.