Penny Dreadful (Pesadillas por un Penique) se llamaba un folletín de historias de terror que se vendía en Londres a fines del siglo XIX; a este folletín hace referencia el título de la serie, que acaba de estrenar su tercera temporada en Netflix.
La acción se centra en Londres a comienzos de la Revolución Industrial, donde, con mayor o menor protagonismo o apenas mencionados como pinceladas de un enrarecido y terrorífico ambiente de época, se entrecruzan Dorian Gray con el Hombre Lobo, El Dr. Frankenstein y su criaturas, el Dr. Jekyll y muchos otros, en una trama donde son aliadas la poesía, la aventura, el terror, el erotismo, las prácticas sadomasoquistas. Las posibilidades son infinitas: ¿qué podrían hacer juntos el Dr. Frankestein y el Dr. Jeckyll decididos a encontrar una poción que cure la locura? ¿O cómo llegan la novia de Frankestein y Dorian Gray a aliarse y entrar juntos a un show de snuff teatral, en el que se tortura y asesina a una prostituta, para el divertimento de un selecto público de ricachones?
Las reflexiones sobre la soledad, o sobre si es posible o no el amor para un monstruo, las visiones de un mundo entre tinieblas y al borde del peor abismo se deslizan por las obras maestras de terror y la poesía romántica en lengua inglesa: “He hecho mi cama en osarios y féretros, donde la muerte negra guarda registro de todos sus trofeos”. Versos y poemas completos de Alfred Tennyson, Percy Bysshe Shelley y John Clare, entre otros, son recitados por el monstruo creado por Frankenstein, que encuentra apenas algún sosiego en la literatura, o por la bellísima y adorable médium Vanessa Ives.
Penny Dreadful propone una diversidad de monstruos y personajes de diferentes orientaciones sexuales, además de entregarnos al hombre lobo más hermoso de todos los tiempos (woof, woof), en un tiempo en que las que practican los abortos son las brujas (odiadas y humilladas por los mismos padres que llevan a abortar a sus hijas con ellas), donde se hacen sentir los primeros reclamos en favor del voto femenino en Londres. En la tercera temporada una mujer cuenta cómo, a punto de ser asesinada durante una agresión sexual, tuvo que matar de una puñalada a su agresor para salvarse. ¿Les suena? En este caso, la mujer lidia lo mejor que puede con la culpa, pero al menos está libre. La tercera y última temporada de Penny Dreadful parece gritar también “Ni una menos”.