Los líderes de Rusia y China mantuvieron una reunión en la que se mostraron en sintonía al criticar la influencia de Estados Unidos en las alianzas militares que establece en Europa y Asia. El presidente ruso Vladimir Putin y su par chino Xi Jinping se opusieron a cualquier ampliación futura de la OTAN en un declaración conjunta publicada por el Kremlin, en la que también apuntan contra los países del Tratado del Atlántico Norte por sus posturas de “guerra fría”. El encuentro en Beijing también resultó en nuevos contratos de cooperación energética. Según resaltó el gobierno de Putin, no existen áreas prohibidas de cooperación entre los países.
"Cercanía sin precedentes"
El presidente de Rusia viajó a China para asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, antes de que comenzara se reunió con Xi Jinping. Putin celebró que las relaciones con Beijing se encuentren en un momento de cercanía sin precedentes. Los líderes se reunieron durante tres horas en las que según el comunicado conjunto publicado por el Kremlin, coincidieron ampliamente en temas de seguridad geopolítica.
Según el comunicado, Rusia y China se oponen a la formación de estructuras de bloque cerradas, en este sentido criticaron dos alianzas impulsadas por Estados Unidos en Europa y en Asia. “Las partes se oponen a una nueva ampliación de la OTAN y hacen un llamamiento a la Alianza del Atlántico Norte para que abandone sus planteamientos ideologizados de la guerra fría, respete la soberanía, la seguridad y los intereses de otros países”, precisaron en el texto publicado tras el encuentro.
Contra AUKUS y la OTAN
Respecto a las garantías de seguridad solicitadas por Moscú a Washington y al resto de los aliados de la OTAN, China “simpatiza y apoya las propuestas presentadas por la Federación Rusa para crear garantías de seguridad jurídicamente vinculantes a largo plazo en Europa”.
Además, resaltaron la preocupación de Moscú y Beijing ante la asociación trilateral de seguridad firmada en 2021 entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido (AUKUS) principalmente “su decisión de iniciar la cooperación en el ámbito de los submarinos de propulsión nuclear”, señalan.
“Rusia y China consideran que tales acciones son contrarias a los objetivos de seguridad y desarrollo sostenible de la región Asia-Pacífico, aumentan el peligro de una carrera armamentística en la región y plantean graves riesgos de proliferación nuclear”, remarcaron, al tiempo que instaron a los países de AUKUS a que cumplan “de buen fe sus compromisos de no proliferación nuclear y de misiles y que trabajen juntos para salvaguardar la paz, la estabilidad y el desarrollo de la región.”
Los líderes también acordaron establecer un nuevo tipo de relaciones entre las potencias mundiales: “basadas en respeto, coexistencia pacífica y cooperación mutuamente beneficiosa”. En este sentido coincidieron en que “las nuevas relaciones interestatales entre Rusia y China son superiores a las alianzas políticas y militares de la época de la Guerra Fría”.
Democracia
En la declaración conjunta los líderes compartieron “el entendimiento de que la democracia es un valor humano universal más que un privilegio de un número limitado de Estados”. En este sentido remarcaron que sólo el pueblo del país puede decidir si su Estado es democrático. “Los intentos de ciertos Estados de imponer sus propias "normas democráticas" a otros países, de monopolizar el derecho a evaluar el nivel de cumplimiento de los criterios democráticos, de trazar líneas divisorias basadas en la ideología, incluso estableciendo bloques exclusivos y alianzas de conveniencia, no son más que una burla a la democracia y van en contra del espíritu y los verdaderos valores de la misma”, remarcaron.
“Las partes creen que la defensa de la democracia y los derechos humanos no debe utilizarse para presionar a otros países”, puntualizaron.
Acuerdo energético
Tras el diálogo entre Xi y Putin los dos países también firmaron un importante acuerdo energético. Según el diario The Guardian, uno de los nuevos contratos prevé que Rusia suministre 10 mil millones de metros cúbicos de gas cada año a China (adicionales a los 38 mil millones que ya suministra al gigante asiático) a través de su gasoducto Power of Siberia. “Está estudiando un segundo gasoducto que abriría un mercado adicional para los yacimientos de gas de la península de Yamal”, precisó el matutino.
En tanto, el gasoducto Nord Stream 2, que todavía necesita certificación de la UE, sigue bajo amenaza de sanción. Este viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró que no descarta utilizar el Nord Stream 2 como parte del dispositivo de sanciones en caso de que Rusia ataque a Ucrania.
Las tensiones entre Rusia y los países del Tratado del Atlántico Norte (liderado por Estados Unidos) incrementaron esta semana con el anuncio del Pentágono sobre el envío de tres mil tropas a Polonia, Rumanía y Alemania. Washington por su parte acusa al Kremlin de desplegar a 100 mil soldados en su frontera con Ucrania.