Los precios mundiales de las materias primas de alimentos crecieron 1,1 por ciento en enero con respecto a diciembre y 12,5 por ciento interanual, cifra récord desde el 2011. Los datos que releva la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) generan un nuevo desafío para el gobierno: fortalecer los mecanismos de desacople para que el aumento de las cotizaciones internacionales no impacte en los precios internos de los alimentos y por lo tanto en los bolsillos de los y las argentinas.
Los principales aumentos fueron en aceites vegetales - crecieron 4,2 por ciento y es el más elevado de todos los tiempos- y productos lácteos, sobre todo leche descremada en polvo y manteca, que ya lleva un aumento de 18,7 por ciento interanual. Hay otros productos clave para la economía argentina como la carne y los cereales que "no experimentaron prácticamente variaciones", de acuerdo al organismo.
En declaraciones radiales el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti afirmó: "La inflación monopólica es la de góndolas y la inflación internacional es la de frescos. Eso requiere la herramienta del desacople". De esta manera, el funcionario atribuyó gran parte de la suba de precios en los alimentos frescos a la inflación internacional, esa misma que publicó la FAO.
Enero, con subas
Feletti adelantó que la inflación de enero será similar a la de diciembre, que fue de 3,8 por ciento. El número está en linea aunque un poco más optimista que lo que pronostican las consultoras privadas, que ponen diciembre como piso y calculan un aumento de hasta 4,5 por ciento promedio.
Desde la ONG Consumidores Libres relevaron el precio de 21 productos alimenticios, con un aumento promedio de 5,04 por ciento respecto a diciembre. De acuerdo a lo relevado en supermercados y comercios de cercanía de la Ciudad de Buenos Aires, el mayor aumento fue en frutas y verduras de hasta 20,9 por ciento sobre todo por el tomate, y en menor medida por harina de trigo en 12,75 por ciento. En cambio, las categorías de almacén y carnes exhibieron subas de menos del 2 por ciento.
Para el AMBA la consultora C&T relevó precios donde registró un alza promedio de 5 por ciento para alimentos y bebidas entre diciembre y enero, por encima de la inflación promedio que estiman en 4,5 por ciento. Los datos oficiales, sin embargo, se darán a conocer el próximo 15 de febrero cuando el Indec publique el Indice de Precios al Consumidor correspondiente al primer mes del año.
La apuesta para el desacople
Con el diagnóstico claro, el gobierno apuesta a dos medidas en el camino para evitar que el aumento de los precios internacionales de alimentos impacte en el mercado interno. El mecanismo automático de traslado de esos aumentos se da porque al recibir más dinero por vender los productos en el mercado internacional, los productores priorizan la venta allí y eso genera una escasez en el mercado interno presionando los precios hacia arriba.
Para el precio de la carne el gobierno renovó el acuerdo con frigoríficos y supermercados para la comercialización de siete de los principales cortes de carne vacuna en todo el país, a precios acordados y accesibles para el mercado interno de entre 450 y 800 pesos dependiendo el corte. Van a regir desde el 7 de febrero hasta el 7 de abril con un aumento de 2 por ciento en marzo.
Por otro lado, se renovó por un año el fideicomiso del aceite por el cual los exportadores de girasol y soja subsidian el precio de las botellas de aceite de hasta tres litros en el mercado interno. Se trata de subsidios cruzados por los que el exportador coloca parte de su ganancia extra por el aumento de los precios internacionales en un fideicomiso que le llega a los productores de determinados productos - en el caso del aceite son los productores de refinados de soja, girasol y mezclas para consumo final y familiar en envases hasta tres litros en el mercado interno - y se asegura que los mismos no tengan pérdidas por vender a menor precio en el mercado interno.
Si bien son medidas conjuntas entre Comercio y Agricultura, el fideicomiso es un instrumento en el que el secretario de Comercio Interior confía especialmente. Por este motivo se encuentran negociando con productores y sobre todo exportadores de maíz y trigo para replicarlo en ese mercado y asegurarse precios moderados de productos clave en la formación de precios de la canasta básica como son la bolsa de harina de 25 kg que compran las panaderías para producir pan, la de un kilo de venta directa al público, el paquete de 500 gramos de fideos secos y el pollo entero refrigerado.